Móviles que no pueden reproducir porno, una propuesta ante un problema generacional
Ocho estados presentan proyectos de ley que requerirán a los fabricantes de dispositivos electrónicos a activar los filtros de contenido de forma predeterminada
El 53 por ciento de los menores de 12 años ha consumido porno. Los datos son, cuando menos, preocupantes, ya que es un contenido no apto para su edad. Pero además, ha aumentado de forma notable en consumo de vídeos violentos y explícitos, que hace que los niños normalicen esas actitudes y las reproduzcan. Los expertos coinciden, de hecho, en que es una de las causas por las que se han disparado las violaciones grupales entre jóvenes.
Un estudio de Save the Children va más allá y afirma que casi 7 de cada 10 (el 68,2 %) lo consumen de forma frecuente. Se produce en la inmensidad de los casos en la intimidad (93,9 %) y en el teléfono móvil, y se centra en contenidos gratuitos online (98,5 %), basados de manera mayoritaria en la violencia y la desigualdad.
Ante este problema generalizado y extendido gracias a los teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos, las administraciones de todos los rincones del mundo comienzan ya a buscar soluciones.
Francia prepara ya un sistema para impedir el acceso de menores a webs de contenido pornográfico, mientras que otros países como Reino Unido o Australia ya tienen implantadas medidas de verificación de identidad para asegurarse de que solo consumen este tipo de contenidos los mayores de edad. En el caso de España, sin embargo, solo se puede hacer mediante el control parental, que ya ha demostrado su ineficacia en aplicaciones como TikTok.
Dispositivos censores
En Estados Unidos, algunos territorios ya van más allá y pretenden que sean los fabricantes de teléfonos y tabletas los que habiliten sistemas automáticos y predeterminados para que los contenidos de desnudos y sexo queden censurados.
Ocho estados ya están desarrollando proyectos de ley que obligarían a las tecnológicas, como Apple o Samsung, a desarrollar filtros que solo se puedan desactivar mediante un código de acceso. Aunque muchos dispositivos ya cuentan con un sistema similar, ninguno suele tenerlo activado de manera predeterminada, algo que podría ayudar a que, en caso de que los padres no se percaten de conectarlo, los menores no terminen visualizando ese tipo de contenido.
En 2021, Utah ya aprobó una ley con estas características, pero supeditó su entrada en vigor a que otros cinco estados aprobasen leyes similares para evitar que las tecnológicas aislasen el territorio.
Y ese momento podría estar cerca, ya que que otros ocho estados del país (Florida, Carolina del Sur, Maryland, Tennessee, Iowa, Idaho, Texas y Montana) están ahora trabajando en esos proyectos de ley para intentar acabar con estos altos índices de consumo pornográfico entre los menores de edad.
En caso de que los proyectos salgan adelante, serán los fabricantes de los dispositivos los que serán responsables de sanciones penales y civiles en caso de no contar con filtros habilitados automáticamente que cumplan con los «estándares de la industria».
Los impulsores de estas medidas matizaron a NBC que se está barajando para motores de búsqueda –como Google o Bing– pero «no encontrarían descabellado» utilizarlo también en aplicaciones de mensajería como WhatsApp o iMessage.