El campo se une bajo la plataforma SOS Rural para hacer frente a las renovables y los fondos de inversión
La asociación ha convocado una multitudinaria manifestación en Madrid el próximo 14 de mayo
El campo se une. Esta semana se ha presentado en Madrid la asociación asociación SOS Rural, una nueva entidad declarada «independiente y apolítica», cuyo objetivo fundamental es la defensa del sector primario y el territorio agrario. Por ello, en su puesta de largo han anunciado también la convocatoria de una multitudinaria manifestación, que se celebrará el próximo 14 de mayo en Madrid con el lema 'Descubre y protege tu tierra'.
Durante la rueda de prensa de presentación, el portavoz de SOS Rural, Carlos Bueno, ha explicado que las líneas de acción de la plataforma comenzaron a definirse en 2022 con el fin de congregar a todo el mundo rural para responder a la falta de conocimiento sobre este entorno y ante la falta de eficacia de las organizaciones agrarias tradicionales.
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En su presentación, ha reivindicado que la justicia con el mundo rural –que supone el 85 % del territorio español y da cobijo a 7,5 millones de personas– influye «decisivamente» a fijar población y a hacer una economía productiva necesaria para la seguridad alimentaria y, por tanto, para asegurar la vida y futuro en las áreas no urbanas de España.
La ruina del campo, aseguran, repercute en los precios del consumidor. En esta misma línea, Bueno denuncia que los «indecentes» acuerdos comerciales con terceros países productores han desplazado a los productos nacionales del mercado debido a sus precios más baratos, pero advierten diferencias significativas en controles sanitarios y en la calidad del producto.
«Europa depende de España para su soberanía alimentaria, pero vamos camino a depender nosotros mismos de terceros países si no se toman medidas que hagan rentable el trabajo en el campo», ha señalado el vicepresidente de la Asociación Nacional del Sector Primario (Anseprim), Salvador Marqués.
Entre sus objetivos, SOS Rural persigue el equilibrio entre el ámbito rural y la ciudad para, entre otras cosas, fomentar la conciliación entre ambos mundos y evitar el abandono y despoblación de las zonas agrarias.
Asimismo, busca influir en la toma de decisiones de gestión pública ante la «notable falta» de conocimiento entre los responsables políticos de los problemas reales que afectan a millones de familias que viven fuera de las ciudades.
«Estamos siendo atacados por leyes radicales animalistas y ecologistas que, en muchos momentos, no tienen sentido en el mundo rural, o bien porque parece que lo desconocen o porque parece que quieren acabar con él» ha denunciado Bueno.
Además, a nivel europeo, los representantes de la plataforma están en conversaciones con plataformas rurales de otros países como el Movimiento Campesino-Ciudadano de Holanda (BBB) o los chalecos amarillos de Francia para recabar información sobre posibles situaciones que puedan llegar a España e idear alternativas y soluciones.
Guerra contra las fotovoltaicas
La plataforma –autodeclarada medioambientalista y favorable a las actividades sostenibles– reclama la revisión y modificación de los acuerdos que afecten negativamente al sector primario. Entre ellos, se encuentra la revisión de las medidas para la implantación de plantas fotovoltaicas o parques eólicos en territorios agrícolas y ganaderos o con tal potencial.
SOS Rural alega que la industria fotovoltaica es una «excusa» para la expropiación de «terrenos verdes o de producción agraria» para la «construcción de estructuras de hierro» para producir energía fotovoltaica durante 30 años.
Junto a la agricultura y la ganadería, la plataforma reivindica la importancia de actividades como la pesca, la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la caza, el turismo y la hostelería rural, la cetrería o la artesanía como contribuciones económicas y sociales para el conjunto de España que «deben ser consideradas esenciales y prioritarias en la elaboración de políticas públicas».
SOS Rural ya cuenta con más de 300 organizaciones asociadas a la espera de que otra gran cantidad de organizaciones aprueben su incorporación en Junta Directiva.
Entre sus miembros ya se encuentran, entre otros, organizaciones como la Federación Española de Pesca, Alma Rural (que engloba a 150 organizaciones), Asociación de Distribuidores e Importadores de Artículos de Pesca (ADAP) o Asociación de Familias y Mujeres Rurales (Afammer).