Meten en la cárcel a una mujer de Reino Unido por tomar píldoras abortivas después del límite legal
El bebé nació sin respiración y se confirmó su muerte a los 45 minutos. La muerte de la niña se debió al consumo materno de fármacos abortivos
La Justicia del Reino Unido ha condenado a más de dos años de prisión a una madre de tres hijos por inducir un aborto fuera del límite legal del país. Es decir, hasta la semana 24 –seis meses de embarazo–. La mujer adquirió la píldora abortiva después de mentir al médico sobre su avanzado estado de gestación.
La acusada es Carla Foster, de 44 años, y ha sido condenada a 28 meses de cárcel, de los cuales estará 14 bajo custodia y el resto con permisos, según informa la cadena BBC. Foster recibió el medicamento tras una consulta médica telefónica en la que no dijo la verdad sobre lo avanzado que se encontraba su embarazo.
El programa de «píldoras por correo» es nuevo. De hecho, se introdujo durante el confinamiento y permite a las mujeres matar a su bebé aún no nacido hasta las diez semanas de gestación. Una vez finaliza este periodo de tiempo, el procedimiento debe llevarse a cabo en una clínica.
Reino Unido permite estos infanticidios hasta la semana 24 de embarazo. Sin embargo, según el tribunal, la mujer estaba entre 32 y 34 semanas de embarazo (ocho meses de embarazo aproximadamente). Según la información que proporcionó al Servicio Británico de Asesoramiento sobre el Embarazo (BPAS), le enviaron las pastillas porque creían que estaba embarazada de siete semanas.
Después de someterse al tratamiento en el año 2020, realizó una llamada a urgencias porque aseguraba que «estaba de parto». El final fue catastrófico, el bebé nació sin respiración y se confirmó su muerte 45 minutos después. La autopsia determinó que la causa de la muerte de la niña se debió al consumo materno de fármacos abortivos.
Los fiscales han apuntado que la acusada de acabar con la vida de su bebé había mentido a los facultativos sabiendo que había superado el límite de tiempo legal y que había ejecutado búsquedas en internet que indicaban una «planificación cuidadosa».
En su defensa, su abogado explicó ante el tribunal que debido a la pandemia del coronavirus, su cliente había tendido que buscar información en las plataformas legales debido a la reducción al mínimo de las citas presenciales. «La acusada bien podría haber hecho uso de los servicios si hubieran estado disponibles en ese momento», sentenció su abogado Barry White. «Esto la perseguirá para siempre».
Tras sus palabras, el tribunal aceptó que Foster estaba «en una confusión emocional», ya que buscaba ocultar su embarazo a su nueva pareja porque el bebé no era suyo.
Antes de la audiencia del lunes, varias organizaciones de salud de mujeres han enviado al tribunal una carta firmada conjuntamente pidiendo una sentencia sin privación de libertad.
El juez, que señaló que era una buena madre para sus otros tres hijos, ha señalado que una sentencia sin privación de libertad «no era apropiado» y que su deber era «aplicar la ley según lo dispuesto».