El doctor Kovacs, gurú de la espalda, anima a que se inculquen hábitos saludables desde la infancia

Comienza el curso escolar y con él el dolor de espalda por la mala postura al estudiar, la mochila y los malos hábitos de los estudiantes. Esta situación se da desde edades muy tempranas, por ello, varios doctores, entre ellos el gurú de la espalda, el doctor Kovacs, quieren que los alumnos adquieran hábitos saludables para tener una espalda sana y fuerte y se erradiquen las creencias demostradas erróneas para su cuidado.

Para tratar de concienciar a la población más joven y advertir sobre los problemas de espalda, la Red Española de Investigadores en Dolencias de Espalda (REIDE), junto a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) y con el apoyo de la Fundación ASISA inician una nueva edición de la Campaña de Prevención de las Dolencias de la Espalda entre los escolares coincidiendo con el inicio de curso.

El dolor de espalda no es algo innato, sino que aparece por malas prácticas. Esta dolencia es excepcional antes de los ocho años, pero a partir de los 10 incrementa su frecuencia y es similar a la de los adultos desde los 15. Para tratar de evitar esta dolencia, los expertos aseguran que la edad óptima para enseñar e implantar hábitos preventivos saludables es entre los seis y los 10 años, ya que inculcarlos en la infancia «ayuda a mantenerlos en la vida adulta y a evitar dolencias futuras», ha asegurado el doctor Francisco Kovacs.

En España, el 51 % de los chicos y el 69 % de las chicas entre 13 y 15 años ya han padecido dolor de espalda, lo que aumenta significativamente el riesgo de que se sufra de forma crónica al llegar a la madurez. Esos antecedentes predicen el dolor durante la vida adulta mejor que los hallazgos radiológicos.

Al hilo, el doctor creador de la Unidad de la Espalda Kovacs del Hospital HLA Universitario Moncloa y director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE) ha apuntado en un informe que los hábitos saludables han demostrado científicamente «ser eficaces para prevenir las dolencias de la espalda y acortar su duración». Además, son útiles durante toda la vida.

Los expertos hablan

Que la espalda tenga una salud adecuada no es tarea fácil, pero se puede conseguir. De hecho, tras varios estudios, han descubierto dos aspectos fundamentales científicamente efectivos para frenar el episodio doloroso en caso de producirse.

Uno es mantenerse activo físicamente, incluyendo la práctica deportiva, y siempre que se realice de manera constante y de forma adecuada. En este sentido, el doctor Kovacs, aseguró hace unos meses en una entrevista a El Debate que es esencial «estar tan físicamente activo como se pueda». Además, aconsejó que «hay que hacer deporte, y cuanto más, mejor».

El otro punto es evitar el reposo en cama en caso de sufrir dolor, o reducirlo tanto como sea posible, ya que, para evitar la pérdida de tono y coordinación muscular, el reposo en cama no debería durar más de 48 horas. En comparación al reposo en cama, mantener el mayor grado de actividad que el dolor permita, interrumpiendo sólo las actividades o posturas que realmente lo desencadenan o incrementan su intensidad, ha demostrado acortar su duración y reducir el riesgo de que repita.

En este sentido, el doctor Kovacs, aseguró hace unos meses en una entrevista a El Debate que el deporte es esencial hasta el punto de que si la espalda duele al practicarlo «hay que seguir el ejercicio, nunca parar». Si se hace algo que desencadena el dolor o si aumenta la intensidad hay que parar y descansar un rato, pero a lo largo del día «hay que moverse tanto como sea posible».

Por otra parte, María Capellán, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del alumnado (CEAPA), recalca que las familias tienen un importante papel en la prevención de este tipo de dolencias. «Es en casa donde podemos empezar a inculcar hábitos saludables, como el ejercicio físico, que eviten dolores de espalda a nuestros hijos e hijas en un futuro».

Cuatro superpoderes para tener una espalda sana

Para tratar de concienciar a todos los padres y alumnos de la importancia de la salud de la espalda se ha creado la campaña Tebeo de la Espada. Esta nueva vigesimoprimera edición, de acceso libre y gratuito, destinada a todos los niños mayores de seis años, anima a los estudiantes a «activar sus superpoderes» para mantener sana su espalda.

El primer punto que enseñan es la fuerza. Esta capacidad física es muy importante para mantenerse físicamente activo. Si se ejercita la espalda la columna vertebral adquiere una forma definitiva y se desarrolla la coordinación muscular. Todo tipo de ejercicio es bueno. De hecho, se ha demostrado que cualquiera es mejor que ninguno y que, en general, cuanto más ejercicio, mayor beneficio.

El segundo «superpoder» es el movimiento. Es mucho mejor elegir el ocio activo, como es correr o saltar que el pasivo –videojuegos, smartphone, tablet–. Si el alumno permanece mucho tiempo sentado en la escuela o estudiando en casa, es recomendable que se levante de vez en cuando y de un paseo o se estire.

En este último caso, conviene evitar sólo los movimientos que realmente desencadenen el dolor o incrementen su intensidad, manteniendo el mayor grado de actividad general que se pueda.

También es relevante la postura. Para mantener la espalda recta, es conveniente que el mobiliario pueda adecuarse a la estatura del niño, permitiéndole estar sentado apoyando los pies en el suelo con las rodillas en ángulo de 90 grados. Cuando se esté usando el ordenador, la pantalla debe estar a la altura de la cabeza del alumno y frente a los ojos, no a la izquierda o derecha ni más arriba o abajo.

Como último punto está la carga consciente. Tenemos que ser conscientes a la hora de transportar peso. Los niños sólo deben cargar el material escolar necesario. En caso de distancias largas, es recomendable que el peso transportado no supere el 10 % del peso del alumno.

La mochila idónea es la de ruedas y altura regulable. Si no tiene ruedas, conviene que sea de tirantes anchos y que el peso recaiga sobre los dos hombros por igual.