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Al menos uno de cada dos hombres mayores de 70 años va a presentar un carcinoma de próstata a lo largo de su vida

Uno de cada dos hombres mayores de 70 años va a presentar un carcinoma de próstata a lo largo de su vidaGTRES

El cáncer de próstata, una enfermedad cada vez más cerca de controlarse

La detección precoz es clave para poder tomar las medidas oportunas e iniciar el tratamiento más adecuado con el objetivo de curar la enfermedad

La incidencia de cáncer de próstata cada vez es mayor. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los tipos de tumores más frecuentes diagnosticados en hombres en España en 2023, al igual que en 2022, serán los de próstata (29.002), colon y recto (26.357), pulmón (22.266) y vejiga urinaria (17.731). La glándula que se encuentra por debajo de la vejiga del varón es, una vez más, la tercera causa de mortalidad por cáncer, solo por detrás del de pulmón y el colorrectal.

Los últimos avances han permitido que cada vez haya más tratamientos que permiten controlar el cáncer de próstata a largo plazo, mejorando la calidad de vida del paciente, según ha asegurado el director médico de ROC Clinic y director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid, Javier Romero-Otero.

En España, se diagnostican más de 30.000 nuevos casos al año, lo que ocasiona alrededor de 6.000 muertes. En este sentido, la prevención es clave para tomar medidas oportunas ante la aparición de un tumor que no presenta síntomas en sus etapas iniciales, ya que, si se diagnostica a tiempo, tiene una alta probabilidad de curación y un pronóstico muy favorable.

Romero-Otero ha destacado que es llamativo que, pese a que el hombre tiene menor esperanza de vida que la mujer y padece más enfermedades que ella, visite mucho menos al médico. Según sus estimaciones, hasta los 15 años se acude frecuentemente al médico. Sin embargo, pasada esa fecha se deja de asistir.

Es muy importante asistir de forma regular a los urólogos, puesto que con la edad, la próstata sufre diferentes cambios que pueden ir asociados o no a problemas de salud en el hombre. Entre los más frecuentes están el aumento de tamaño, que se infecte o que sufra un proceso tumoral.

Asimismo, los tres trastornos principales son la prostatitis, la hiperplasia prostática benigna (HPB) y el cáncer de próstata.

La prostatitis es la inflamación de la próstata y puede ser causada por infecciones bacterianas o no bacterianas. Esta patología puede afectar a hombres de cualquier edad, aunque es más común en jóvenes y de mediana edad. Los síntomas incluyen dolor en la zona pélvica, dificultad para orinar, necesidad frecuente de ir al baño y malestar general.

Por su parte, la hiperplasia prostática benigna se caracteriza por el crecimiento no canceroso de la glándula prostática y suele ser una condición muy común en varones mayores de 45 años, afectando al 40 % de ellos. Esta patología tiene como consecuencia la obstrucción del flujo de la orina y presenta síntomas como debilidad en el flujo de la orina, dificultad para orinar, urgencia urinaria o necesidad de orinar de manera más frecuente de lo habitual y sensación de no vaciar completamente la vejiga.

La importancia de detectarlo a tiempo

La detección precoz, especialmente en el cáncer de próstata, es clave para poder tomar las medidas oportunas e iniciar el tratamiento más adecuado con el objetivo de curar la enfermedad, aliviando la sintomatología y mejorando, por tanto, la calidad de vida de los pacientes.

En la actualidad, apunta Juan Justo Quintas, subdirector médico de ROC Clinic y experto en cáncer de próstata, afortunadamente «existen avances que permiten detectar áreas sospechosas de cáncer que hasta ahora era imposible ver». Ejemplos de esto son la resonancia nuclear magnética multiparamétrica de próstata y la biopsia prostática por fusión de imágenes, con la que «se consigue tomar muestras dirigidas a esas zonas de sospecha de tumor, siendo una prueba diagnóstica mucho más precisa».

Con la precisión de estas pruebas diagnósticas, los especialistas pueden diseñar un tratamiento personalizado para cada paciente con cáncer de próstata, desde la vigilancia activa para tumores con buen pronóstico y no agresivos, pasando por la terapia focal que actúa únicamente sobre el foco tumoral en aquellos tumores con buen pronóstico que pueden tratarse localmente, hasta la cirugía mínimamente invasiva como la prostatectomía radical robótica en tumores con mayor agresividad.

Para tratar la hiperplasia benigna de próstata existen diferentes opciones terapéuticas que permiten aliviar la obstrucción. En este sentido, en casos de sintomatología leve o moderada se puede optar por un tratamiento médico o farmacológico. Sin embargo, para pacientes en los que el aumento del volumen de la próstata provoque síntomas importantes e, incluso, complicaciones, es recomendable optar por un tratamiento quirúrgico.

«Los urólogos tenemos la obligación de diseñar un tratamiento individualizado para cada paciente, ofreciéndole la mejor solución según su enfermedad, pero también teniendo en cuenta su edad y estilo de vida», ha indicado Romero-Otero.

Por último, el tratamiento de la prostatitis crónica o dolor pélvico crónico del varón debe hacerse de forma individualizada y supervisada por un especialista en esta enfermedad. Habitualmente, no existe una terapia única eficaz y el tratamiento debe ser multimodal, probando distintas opciones terapéuticas para dar con la más adecuada en cada caso.

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