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Un dueño con su perro en una tienda de mascotas

Un dueño con su perro en una tienda de mascotasFreepik

Este será el siguiente paso de la ley de bienestar animal: «Ahora viene lo divertido»

Además de tener que aprobarse un reglamento a nivel nacional, las 17 comunidades autónomas tendrán que adaptar sus respectivos textos a la norma estatal

Una norma polémica y que creó disputas incluso entre los propios socios del llamado «gobierno progresista». La ley de bienestar animal entró finalmente en vigor este pasado viernes, aunque a fuego lento debido a que muchos de sus puntos no se pueden poner aún el práctica.

El reglamento que ha de acompañar a esta ley no está aprobado –aunque sí redactado, según el director general de los derechos de los animales, Sergio García Torres– ni lo estará hasta que se constituya un nuevo Gobierno, ya que el actual –en funciones– no puede dar luz verde a un texto de este tipo.

Una ley que ahora tendrá que ser aplicada por todos los sectores afectados. Uno de ellos es el de las tiendas de mascotas. Mientras que las pequeñas denunciaban a El Debate que la prohibición de vender perros, gatos y hurones les llevará a la ruina, las grandes superficies no temen este escenario, en muchos casos porque ya no ejercían la compraventa de estos animales.

Claudia Compte, directora de legal de Kiwoko –una de las principales cadenas de tiendas de animales de España–, afirma a El Debate que afrontan la norma con «bastante rigor» y «sin problema» debido a que no venden perros, gatos ni hurones, sino solamente peces, algunas aves, cobayas, conejos, etc.: «Nuestros estándares estaban ya por encima de las propias normas porque queremos garantizar el bienestar animal».

De hecho, la firma se muestra complacida a que en la ley se recoja la posibilidad de que se creen espacios en las tiendas destinados a la adopción, y se pueda así ayudar a las protectoras a encontrar un hogar para perros o gatos. «Nosotros ya lo hacíamos, pero como no había una figura legal que lo regulase nos regíamos a la idiosincrasia de cada comunidad autónoma», recalca Compte. «Hemos ayudado a 18.000 perros y gatos a encontrar dueño en los últimos siete años», destaca la representante legal.

No obstante, comenta que la ley «trae muchas dudas» a los afectados debido a que aún quedan muchos cabos sueltos y que tiene «cosas buenas y malas». Destaca, por ende, que «es normal» que esos negocios pequeños estén preocupados, sobre todo por el descenso que supone en sus ingresos la prohibición de la venta de algunas mascotas.

Aplicación de la ley

A pesar de que la ley entró en vigor el pasado viernes, la adaptación del marco legal no ha hecho más que empezar. «Ahora viene lo divertido», explica Compte, que no es solo la aprobación del reglamento, sino también porque las competencias de protección animal están transferidas a las comunidades autónomas. «Las 17 comunidades con su ley de protección animal ahora tienen que adaptarlas, y todo sin hacer nada contrario a la norma estatal, que es normativa básica», recuerda la abogada.

De igual manera, se pregunta si los inspectores de las regiones van a acatar a partir de esta semana sus respectivas leyes autonómicas –aún sin actualizar la mayoría– o, por el contrario, lo harán sobre la norma nacional: «Entendemos que los inspectores van a seguir aplicando su normativa autonómica y no van a querer aplicar la nacional si contradice la suya», especula.

Compte recuerda, además, que hay dos recursos de inconstitucionalidad contra esta ley: uno del País Vasco que no entra a discutir ni siquiera el fondo, sino que reclama que las competencias en esa materia son suyas y el Estado no tiene por qué invadirlas. El otro lo impulsó la Junta de Extremadura, que en este caso sí va contra el fondo de la norma.

El propio partido animalista PACMA solicitó por carta al Defensor del Pueblo el pasado mes de junio que interpusiera otro recurso de inconstitucionalidad por la exclusión de los perros de caza en la ley y por «varias chapuzas». «No se puede legislar peor», aseguraba la formación política.

Aumentarán las ventas ilegales

Ante la pregunta de si aumentarán las ventas ilegales de perros y gatos al desaparecer la posibilidad de adquirirlos en tiendas especializadas, la experta legal de Kiwoko se muestra tajante: «Va a haber ventas ilegales de perros y gatos, qué duda cabe. Ocurre en cualquier sector cuando privas a la sociedad de algo que tenía su alcance».

Comenta que el hecho de que la única manera de poder comprar estos animales sea de forma directa a un criador «va a hacer crecer un comercio ilegal que a día de hoy ya existe, esto es una realidad». Apunta que una de las formas de actuar es mediante campañas de concienciación a la población sobre la importancia de adquirir a los animales en criadores registrados o en refugios, y no a cualquier particular que venda perros en Milanuncios sin ningún tipo de licencia: «Vas a incorporar un animal a tu familia, por lo que es necesario que cumpla con todas las garantías sanitarias», añade.

No obstante, desde Kiwoko recalcan que el hecho de que haya una normativa nacional que recoja, al menos, los estándares mínimos de la protección a los animales, es positivo: «Parece que es algo nuevo, pero las leyes de protección animal ya existían en los años 80».

La dirección general de derechos de los animales fue muy criticada por no contar con las partes interesadas para la redacción del texto legislativo. Sin embargo, Claudia Compte cuenta a El Debate que para la redacción del reglamento sí que querían buscar el consenso y contar con todas las partes: «Nos convocaron a nosotros como líderes del sector, a las asociaciones, al sector veterinario… Pero entonces llegó el período electoral y se paralizó todo». Esperan, por tanto, que el reglamento se pueda aprobar cuanto antes y la ley que ya ha entrado en vigor se pueda materializar.

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