Al dueño de la discoteca incendiada de Murcia ya se le quemó otro local en 2019 y siguió abierto sin licencia
Su abogado asegura que Teatre actuó siempre dentro de la legalidad y amparada por la licencia de actividad concedida en su día
Las dos discotecas incendiadas que compartían edificación y cuya división no estaba autorizada cruzan ahora reproches y se echan la culpa una a otra del origen del fuego. Además, a pesar de no tener licencia para operar, ambas permanecieron abiertas más de un año y medio desde la orden de cierre.
Pero además ahora empiezan a conocerse otras cuestiones, como que la discoteca Teatre ya tuvo que ser evacuada en 2009 por un incendio de unos cables que atravesaban su fachada.
El empresario al frente de esta discoteca, Juan Inglés Rojo, constituyó la sociedad Teatre SL en 2017 y fue hace poco cuando quiso segregar un tercio de la superficie para crear La Fonda, orientada al público latino. No obstante, los representantes legales de ambos locales se echan la culpa unos a otros y ambos coinciden en que sí que tenían las licencias pertinentes pero se han quemado con el incendio.
Pero al parecer un hecho similar ya se produjo con otro de los locales del dueño, según informa El Confidencial. Inglés gestionaba otro establecimiento, Flamingoville, en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar que ardió en 2019 y luego continuó operando sin licencia.
El abogado dice que se actuó dentro de la ley
La discoteca Teatre actuó siempre dentro de la legalidad y amparada por la licencia de actividad concedida en su día, según ha declarado este martes el abogado del propietario, José María Caballero. En declaraciones a Efe, Caballero ha señalado que la empresa propietaria del local actuó siempre «de forma diligente» en el cumplimiento de las normas, como lo prueba el hecho de que una visita de inspección girada por los servicios sanitarios del ayuntamiento en marzo pasado declaró subsanadas unas deficiencias observadas un mes antes.
El acta levantada al efecto recogía también que el local cumplía las condiciones higiénico-sanitarias, por lo que no existía obstáculo alguno para su inscripción en el registro autonómico correspondiente.
Caballero ha recalcado que Teatre ha contado siempre con licencia de actividad «y con todos los papeles en regla», para añadir que la división en dos partes del edificio en el que se ubica es solo una «mera cuestión formal», que en nada afecta a la legalidad de la situación en que se encuentra aquella discoteca.
Para Caballero, esa división no obligaba a la empresa a gestionar la concesión de una nueva licencia de actividad, ya que nunca había dejado de contar con la que tenía de tiempo atrás.