Matías Martínez, el primer juez que rechaza seis cambios de sexo por fraude de ley
Uno de los ejemplos que puso el magistrado fue el de un hombre que quería hacerse mujer «para tener derechos», porque como hombre «solo tenía obligaciones»
Desde que se aprobó la ley trans el pasado 16 de febrero, muchos eran los políticos y ciudadanos que sabían que esta norma impuesta por la ministra de Igualdad, Irene Montero, no iba a llegar a buen puerto. No se equivocaban. Matías Martínez, un juez cántabro de 33 años, ha sido el primero de nuestro país en rechazar seis solicitudes registrales de cambio de sexo por fraude a la ley y un profundo abuso del derecho.
El magistrado, que trabaja en el Juzgado de Primera Instancia 5 de San Bartolomé de Tirajana, explicó hace una semana a RTVE Gran Canaria que aunque ve la ley «necesaria», no es clara a la hora determinar «en qué casos y en qué supuestos» procede que los jueces acepten o denieguen la solicitud de cambio de sexo en el Registro Civil.
El cántabro matiza que la norma es «muy amplia», por lo que aparte de la rectificación del sexo, regula otras cuestiones como la igualdad de las personas transexuales en el ámbito laboral, social o de la salud, entre otras. Sin embargo, en materia de rectificación se encuentran con el que el joven considera «el principal problema», el de determinar si procede o no la denegación de cambio en casos fraudulentos y cómo pueden los jueces del Registro Civil apreciarlo.
Los casos de cambios de sexo registrales denegados no están controlados. Nadie firma un papel que diga que la persona ha pasado por una oficina y ha intentado defraudar la ley, sino que el solicitante tiene la posibilidad de volver a pedirlo ante el juez del Registro Civil que él elija. Esto, aseguró el juez en la entrevista, «es una anomalía en nuestro Estado de Derecho» porque la Constitución impide que los ciudadanos dispongan de «jueces a la carta».
El pasado mes de marzo, cuando los Registros Civiles empezaban a informar a los interesados de los cambios, Montero concedió a la Cadena SER una entrevista. En ella aseguró que no iba a haber «ningún hombre» en nuestro país que buscase ir al registro a decir que «es una persona que no es» para disfrutar de unas supuestas ventajas. Desde ese momento, los jueces alertaron de que varios varones declararon en redes sociales que iban a cambiar su sexo para obtener los «beneficios de las mujeres».
Por este motivo, Martínez recordó en la entrevista a RTVE que los jueces están para impedir que a través del abuso y del fraude de ley se vulneren los derechos que «determinados colectivos han tardado muchos años en conseguir». El uso fraudulento del cambio de sexo, prosiguió, no es otra cosa que «beneficiarse de las medidas de discriminación positiva». Es decir, aquellas que establece la ley que tienden a garantizar la igualdad entre hombres y mujeres, como es el caso de acceso al empleo público.
Del mismo modo, cuando un periodista de El País le preguntó al magistrado si no le resultaba llamativo que una persona cambie su sexo en el DNI solo con su voluntad, este respondió que «según entran por la puerta, uno ya se da cuenta de cuándo se trata de un fraude». De hecho, desde que entró en vigor la polémica ley ha aprobado 10 y ha rechazado seis.
Entre los fraudes de ley de los hombres que se van a cambiar el sexo, contó en el medio, el que más le llamó la atención fue el de un médico que le dijo abiertamente que «él se sentía hombre, pero que quería hacerse mujer para tener derechos, porque como hombre solo tiene obligaciones». Además, añadió que «un juez le fastidió la vida porque le divorció de su mujer, que no quería lavarle los calzoncillos».