Jornada del Plan Estratégico de Fomento de la Natalidad
«No es un invierno demográfico en el que esperemos después una primavera, sino un suicidio»
Los ponentes han ofrecido datos que muestran el cambio de sociedad que ha sufrido la ciudad de Madrid con respecto a la natalidad y a la conciliación
Las dos primeras mesas de la jornada, moderadas por el subdirector de El Debate Jorge Sanz, y el responsable de Sociedad, Rodrigo Díez, han analizado la baja natalidad en España y sus posibles soluciones y la conciliación en la vida laboral, familiar y personal.
En la primera han participado Carmen Sánchez Maíllo, de la universidad San Pablo CEU, Rafael Puyol presidente de la UNIR y presidente de la Real Sociedad Geográfica y Julia Cordero Coma, profesora contratada doctora en el departamento de sociología aplicada de la Universidad Complutense y doctora en Sociología por la misma universidad.
El primer interviniente, Rafael Puyol, ha destacado que la ciudad de Madrid tiene una de las tasas de fecundidad más bajas del país y de una natalidad tardía. Ha resaltado que las principales razones de las mujeres madrileñas para no tener hijos son laborales y de conciliación, así como por motivos económicos.
Puyol cree que los poderes políticos se tienen que implicar y lo tienen que hacer con un buen presupuesto. El trabajo remunerado de manera razonable, así como los permisos de maternidad y paternidad tienen que estar en el centro de las políticas de las empresas. De igual manera, los servicios de guardería, las ayudas de para la educación de los niños y las ayudas para los matrimonios y las reducciones para las familias numerosas han de estar presentes por parte de las administraciones.
Julia Cordero Coma ha recordado que país europeo con la tasa más baja de fecundidad. El retraso de la maternidad es un hecho, y es que se sitúa en 31,6 años, lo que supone un retraso de seis respecto a lo que sucedía en 1980. Cordero destaca también que hay un patrón entre los países europeos hacia considerar dos hijos como la descendencia ideal, por lo que «hay un deseo mayoritario de ser madre y de tener dos hijos».
«Estamos viendo una brecha importantísima entre derechos y realidades y un retraso forzado». Cordero ha finalizado declarando que las políticas son necesarias pero hasta ahora están resultando ineficientes, por lo que son necesarias unas medidas de más calado.
«No es un invierno demográfico en el que esperemos después una primavera, sino un suicidio demográfico», ha comenzado Carmen Sánchez Maíllo. Ha reclamado hombres y mujeres dispuestos a dar su vida por tener nuevos vástagos y ha destacado que el perfil de las madres ha cambiado, ya que, por ejemplo, el número de madres solteras ya es superior al de las casadas.
Hay un pequeño repunte en el número de matrimonios y eso, para Sánchez, supone un alivio, ya que cree que son estas familias las que terminan teniendo un número mayor de hijos. Asimismo, ha destacado que no es solo una cuestión económica, ya que en muchos barrios de Madrid con poca renta tienen más hijos que en los barrios más ricos.
«Nos enfrentamos a un país sin niños, y por tanto a un país inexistente», ha apuntado. Paralelamente crece el número de mascotas, algo que a Sánchez le parece una realidad «tristísima». «Carecer de una familia causa daños psicológicos en los niños. Si viven solo con uno de los dos progenitores tienen falta de una de las figuras, materna o paterna, algo que esos menores terminan buscando», subraya. Ha finalizado pidiendo un cambio cultural para que seamos una sociedad «family fiendly» con campañas, vídeos, anuncios que lo muestren.
Conciliación de la vida familiar, personal y laboral
En la segunda mesa, Rodrigo Díez, periodista de El Debate, ha moderado una conversación sobre la conciliación en la vida personal, familiar y laboral. Se ha referido al «equilibrio adecuado» entre las obligaciones profesionales, las tareas personales y las actividades familiares que, a menudo, ha detallado el profesional, son difíciles de compaginar.
En esta ronda participaron Carmen Fernández de la Cigoña, licenciada y doctora en Derecho, profesora universitaria, directora del Instituto CEU de Estudios de la Familia y secretaria general de la Asociación Católica de Propagandistas, y Teresa Jurado Guerrero, doctora en ciencias políticas y sociología por el Instituto Universitario Europeo de Florencia y catedrática de sociología del departamento de sociología II de la UNED en Madrid.
El periodista de este medio ha explicado que, atendiendo a un estudio de InfoJobs realizado este último año, solo el 35 % de la población ocupada afirma que le resulta «fácil conciliar su vida laboral y familiar».
Por otro lado, ha asegurado, el 49 % de los trabajadores se posiciona en «un nivel intermedio» respecto a la conciliación. Finalmente, ha querido recordar, hay ciudadanos que aseguran «tener dificultades» para conciliar representan el 17 % del total.
La primera interviniente, Fernández de la Cigoña, ha explicado que la conciliación es poder compaginar la vida de la persona, puesto que nuestra sociedad cada vez «es más frecuente» que trabajen el padre y la madre del menor. Además, ha asegurado que para sobrevivir es necesario «tener un trabajo que garantice esa supervivencia».
La secretaria general de la Asociación Católica de Propagandistas, ha comunicado que «la paternidad es uno de los grandes olvidados» a pesar de que cada vez se intenta incluir más este término en la sociedad. Además, ha recordado, hay que tener en cuenta que la familia como institución «es un bien público», por lo que una sociedad que no cuide la natalidad, familia, maternidad y paternidad «está llamada al declive».
Fernández de la Cigoña ha recordado que hay que trabajar dentro de la conciliación para asumir que «ni los hijos son una carga para la familia, ni para las empresas», y que la familia «no es una carga para la sociedad», porque ha proseguido, la unidad familiar es un «privilegio», el «mayor recurso humano» y debe estar protegido por «un derecho público».
En este sentido, ha recalcado la directora del Instituto CEU de Estudios de la Familia, la conciliación es armonía, es acuerdo, responsabilidad, convivencia, por lo que todos los actores deben estar comprometidos en «desarrollar estas medidas de conciliación». Por eso hay que tener en cuenta que la natalidad y la familia son las «mayores y mejores aventuras de la vida de cada persona».
La familia, la natalidad son necesarias, pero «nos olvidamos de los mayores en la sociedad y en los aspectos». La conciliación, ha expresado, también reclama atención a los ancianos, puesto que son los que se hacen cargo de los niños cuando los padres están trabajando. Es por ello que «no debemos asumir esto como una obligación de los abuelos».
Por su parte, Teresa Jurado Guerrero ha comenzado hablando de aumentar la natalidad para llegar al equilibrio de 2,2 (ahora mismo situado en 1,8). «Tenemos un problema de déficit de fecundidad, puesto que tenemos muchas mujeres que quieren ser madres y no pueden», ha destacado.
«El individualismo influye», ha recalcado la doctora en ciencias políticas y sociología por el Instituto Universitario Europeo de Florencia, pero no sólo existe en España. Países escandinavos también lo viven. Sin embargo, han sabido adaptarse a las circunstancias del momento y, sobre todo, de la mujer.
Mediante un estudio, Jurado Guerrero, ha explicado que los recursos educativos están ampliamente relacionados la maternidad. En este sentido, aquellas que poseen una educación superior, tanto españolas como extranjeras, retrasan el primer hijo. Por el contrario, las nacidas en el extranjero con recursos bajos tuvieron un hijo muy pronto. «Todas las madres tienen un dilema entre conciliar y el empleo y en tener uno o más hijos», ha explicado, por lo que es muy importante que las mujeres antes de ser madres tengan una «consolidación laboral» porque esto va a influir en su carrera posterior.
Después, ha aclarado, es relevante «mantener el vínculo con el empleo» porque dos ingresos «evitan la pobreza infantil». Por ello, ha recomendado compaginar la natalidad con el bienestar infantil. Para finalizar, Jurado Guerrero ha considerado los dos pilares de la fecundación, junto a la política de conciliación temprana, son «los ingresos y el tiempo».