Subir los impuestos y unidades de tabaquismo: las 20 medidas de los médicos para acabar con el tabaco

Dos meses después de la ocurrencia de la ministra de Sanidad, Mónica García, de retomar el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, creado por el que fuera ministro del mismo departamento durante la primera ola de la pandemia de coronavirus, Salvador Illa, ha conseguido lo que quería: el apoyo de los facultativos.

A pesar del rechazo de algunos ciudadanos, los médicos se han unido esta vez a la secretaría de Mónica García para que el tabaco sea en un futuro una droga olvidada. Así, la Organización Médica Colegial (OMC) ha elaborado un documento, aprobado por su Asamblea General y consensuado con otras organizaciones del ámbito de la salud, con la finalidad de promover el control del tabaquismo y avanzar en su regulación en nuestro país.

El pasado mes de diciembre, la anestesista sorprendió a la población con la que sería su gran polémica tras ocupar el puesto del que fuera ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, ya que sacó del cajón el desconocido plan antitabaco que, entre otras cosas, impulsará medidas fiscales que aumentarán el precio del tabaco. ¿La razón? España se encuentra entre los países con los precios más bajos de Europa, y su subida sería considerada además una medida disuasoria para frenar el consumo entre los jóvenes.

En línea con este trabajo e inspirado en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 (PIPCT), desde la corporación que representa a la profesión médica se ha elaborado un documento que recoge 20 pasos a seguir para abordar y controlar el tabaquismo en España, una epidemia que cada año tiene asociadas ocho millones de muertes en el mundo y numerosos diagnósticos de cáncer de pulmón.

Entre estas medidas, además de la subida de impuestos sobre el producto a la media impositiva de Europa occidental, destacarían: unificar legislativamente todas las labores de tabaco con los sistemas de administración de nicotina, tanto natural como sintética; exigir el empaquetado genérico de todos los productos del tabaco y de la nicotina y prohibir los sabores añadidos al tabaco y a los sistemas de administración de nicotina, así como fumar en espacios públicos compartidos como terrazas de restauración, playas y colas, entre otros.

Asimismo, el documento incide en la importancia de legislar para que cualquier centro sanitario con más de 10 médicos tenga un responsable en la lucha contra el tabaquismo y aquellos con más de 30 médicos, una Unidad de Tabaquismo de referencia con dedicación preferente o exclusiva.

Estas medidas ponen también el acento en consolidar en la cartera básica del Sistema Nacional de Salud los fármacos, como la Vareniclina Normon, autorizados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios para tratamiento del tabaquismo y la terapia sustitutiva con nicotina.