Carmen Calvo dice que la fraternidad entre feministas y LGTBI funciona hasta que hay «intereses enfrentados»
Cree además que «no hay hombres feministas», sino «profundamente demócratas»
La exvicepresidenta primera y presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo, ha presentado este miércoles 14 de febrero su libro 'Nosotras: el feminismo en la democracia', en el que aborda toda su trayectoria, la lucha contra la violencia de género y la igualdad. En el mismo, señala que la fraternidad entre feministas y el colectivo LGTBI «funciona», pero «solo hasta que emergen intereses enfrentados».
En este sentido, la autora explica que el movimiento feminista ha estado siempre «muy cerca» de todos los movimientos que «han reivindicado salir de la injusticia» y considera que han sido «solidarias».
«Una cosa es que exijamos salir de la injusticia y otra muy distinta que se pretenda incluir a más de la mitad de la población del planeta en el concepto colectivo, o al mismo nivel, porque la mitad de los negros son negras, la mitad de los menores son niñas y la mitad del colectivo LGTBI lo forman mujeres. Luego este planteamiento no resiste un asalto intelectual. Esta fraternidad funciona, pero solo hasta que emergen intereses enfrentados», asegura. En esta misma línea, destaca que «tener que aclarar cuál es la lucha del feminismo» mientras su causa «se solapa» con las de «otras minorías», es «inaceptable».
«Salto peligroso»
Además, Calvo critica que «la igualdad de trato» se ha convertido «más en una defensa y atención de la diversidad al anteponerse a la propia igualdad», una cuestión que considera un «salto peligroso» que se ha dado en estas primeras décadas del siglo XXI. «Priorizando el concepto de diversidad sobre el de igualdad no estamos construyendo nada nuevo ni mejor, en absoluto», denuncia.
Por otro lado, Calvo ha añadido que en el ascensor profesional y social, las mujeres parten con «dificultades» a las que los hombre «jamás» tendrán que enfrentarse. «A un hombre nunca le pedirán un test de embarazo negativo para empezar a trabajar. Ellos nunca tendrán que vivir esa realidad», indica.
En este sentido, denuncia que son «muchos» los hombres que «se hacen feministas», «se venden como feministas» o «los venden como feministas», pero que «no hay hombres feministas», sino «profundamente demócratas que saben cómo tiene que alcanzar la democracia el escalón del reconocimiento en igualdad de condiciones de los derechos y de las libertades de las mujeres con relación a los hombres».
En todo caso, convoca a los varones, de los que espera que «aprendan a cambiar su conciencia para entender el nuevo camino». «El fururo será de quienes inexorablemente entiendan la igualdad. Así, sin trampas», asegura.
La violencia de género, lo «más urgente»
Respecto a la violencia de género, indica que este es el «frente abierto más urgente» del feminismo y que erradicarla «exige la implicación de los varones». «Ha sido el movimiento feminista el que ha conseguido sacar a la luz la violencia machista, haciendo que pase del ámbito privado al público y político. as mujeres no pueden seguir siendo víctimas cotidianas sin la seguridad garantizada que implica la idea de democracia y de ciudadanía plena», precisa.
Finalmente, Calvo subraya que hay que «seguir trabajando» por un «espacio de conciliación» en el que las mujeres y los hombres sean «iguales en derechos, en igualdad de trato y en igualdad de oportunidades». «La democracia debe avanzar en dirección a la reparación de la injusticia de la que venimos las mujeres», apunta.