¿Cómo se debe comunicar una enfermedad como el cáncer a un menor?
Kate Middleton comunicó hace unas semanas a sus tres hijos, Louis, Charlotte y George, que padecía un tumor maligno
Las cuatro palabras que Kate Middleton dijo a sus hijos cuando les contó que tenía cáncer
El vídeo publicado este viernes por el Palacio de Kensington, donde anunciaba la propia Kate Middleton que padece cáncer, ha hecho saltar las alarmas y concienciar sobre la enfermedad. Aunque aún no se sabe el diagnóstico exacto, y es muy poco probable que salga a la luz, una de las cosas qué más les ha costado a los futuros Reyes de Inglaterra ha sido contarle la triste noticia a sus tres hijos: el príncipe George (10 años), la princesa Charlotte (ocho) y el príncipe Louis (cinco).
Hablar de una enfermedad como el cáncer a los hijos es uno de los momentos más duros para unos padres. Sin embargo, es una situación por la que a veces hay que pasar. Por ello, lo mejor en estas ocasiones es no mentir, utilizar un lenguaje lo más correcto posible y comprensible. Además, en este proceso lo más recomendable es que estén acompañados por un psicólogo especializado.
Tras la noticia de la Princesa de Gales, la responsable de Atención Psicología de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Carmen Yélamos, sostiene a Efe que comunicar un diagnóstico tan duro como el de poseer neoplasias malignas a un menor «es complicado». A su vez, tampoco existe el momento perfecto para contarlo, de ahí que los padres intenten evitarlo. En primero lugar, esto ocurre porque quieren protegerles de cualquier sufrimiento y en segundo lugar, porque no saben cómo hacerlo, ya que están inmersos en un «shock emocional».
Es esos momentos, es fundamental contar con un profesional de atención psicológica especializado en tumores malignos. En España, este servicio no está integrado en el Sistema Nacional de Salud (SNS), pero los expertos lo ven necesario, ya que acompañaría a los padres en este duro momento.
Según explica, lo más importante en esos momentos es trabajar con los progenitores cómo transmitir las cuestiones que son cruciales para el menor, como qué pasará a partir de ese momento, quién cuidará de él, quién está a su lado y en quién se va a poder apoyar.
Al hilo, Yélamos insiste en que hay que tener en cuenta también la edad del menor, cuál su madurez y las circunstancias lo acompañan. En este sentido, incide de nuevo en la necesidad de que se transmita la información lo más correcta posible con un lenguaje comprensible para el niño, haciéndolo con metáforas que permitir comunicar la noticia. Pone como ejemplo la metáfora de un jardín en el que crecen las malas hierbas, pero también crecen flores. «Esas malas hierbas, en ocasiones, pueden afectar al jardín, pero también los tratamientos nos permiten eliminar esas malas hierbas para conseguir que nuestro jardín siga creciendo», comenta.
Este tipo de comentarios y explicaciones ayudan a los menores a entender el proceso oncológico por el que están pasando los padres. Situación que alivia su sufrimiento, puesto que son mensajes sin etiquetas ni juicios de valor. «La ausencia de información es peor que la información», concluye Yélamos.