Andorra cae en la cultura de la muerte y se pone como tope 2025 para despenalizar por completo el aborto
En 2022, alrededor de 130 mujeres residentes en Andorra acudieron al territorio español para llevar a cabo un aborto
Junto al Estado del Vaticano, Andorra es el único país que tiene prohibido el aborto en todas las situaciones, incluidas las violaciones, las malformaciones y las complicaciones que puedan poner en peligro la vida de la madre. Sin embargo, esto podría cambiar. El Gobierno calcula que el trabajo para despenalizar esta controvertida práctica debería estar listo «a mediados del 2025», a pesar de la negativa de la Santa Sede.
La estructura política del país entre Francia y España es algo compleja, por lo que en el supuesto caso de que se diese luz verde a la ley, podría llegar a suponer un cambio en la forma de Estado. Actualmente, es el único país regentado por dos copríncipes, los cuales son Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, y Joan-Enric Vives, obispo de la Seo de Urgel (Lérida), el cual ha amenazado con renunciar a su cargo en caso de que esto siga adelante. Si esto ocurriese, Andorra se vería envuelta en una gran crisis institucional.
Se trata de un país que, hasta ahora, ha dejado fuera la cultura de la muerte, al contrario que Francia y España. Sin embargo, el Gobierno andorrano, liderado por Xavier Espot Zamora, ha implantado un Servicio Integral de Atención a la Mujer (SIAD) que, en vez de apoyar a estas, lo único que hace es recomendarlas un territorio a favor de los infanticidios para que ellas practiquen el suyo. El oro se lo lleva Cataluña.
En 2022, alrededor de 130 mujeres residentes en Andorra acudieron al territorio catalán para llevar a cabo un aborto. Del total, según afirma Religión En Libertad, cada año, 35 féminas contactan con el SAID, al que denominan «abortófono», para informarse de los procesos a seguir. La mayoría de ellas tienen nacionalidad andorrana y una media de 27 años.
Quieren despenalizarlo en 2025
Para la Iglesia Católica, la vida humana es sagrada en cada una de sus etapas y uno de sus principios fundamentales. Así, Joan-Enric Vives ha anunciado que en caso de que se avance en la cultura de la muerte, él dimitirá, ya que sus valores no le permiten aprobar dichas prácticas. Esto provocará, como hemos comentado, una gran crisis institucional en el pequeño país.
Por su parte, Ladislau Baró, ministro de Relaciones Institucionales, Educación y Universidades, ha asegurado que el camino no es «para nada complicado», por lo que esperan que pronto pueda ser posible. Sin embargo, debido a la condición de coprincipado, ha aseverado, el desarrollo legislativo sí que es «complicado», por lo que quedaría descartado el aborto en Andorra, pero no ir a otros países a realizarlo. Por ello, el ministro ha adelantado que la vía para despenalizar el aborto «debería estar lista a mediados de 2025».