La nueva y absurda moda de partirse las piernas para ser más alto
Hasta hace unos años solo disponía de «los clásicos sistemas de fijación externa»
Diferente altura, peso, color de ojos... no hay dos personas iguales. Esto es algo que todo el mundo sabe, pero que no todos aceptan. Por ello, lejos de asumir la realidad y querernos tal y como somos, ha urgido una nueva moda estética que no agrada a todo el mundo y es muy costosa: romperse las piernas para ser más alto. Pero, ¿por qué la gente se hace esto?
El programa de Antena 3, Espejo Público, que se ha hecho eco de estas operaciones, ha explicado que consiste en la rotura en primer lugar de «los huesos de la pierna: la tibia, el fémur o ambos». Así, la traumatóloga Patricia Núñez, a la que han entrevistado, ha apuntado que esta rotura no es como pensamos, sino que se hace «con material quirúrgico». «Se introduce un clavo largo por el hueso y lo que hacemos es separar el hueso que hemos roto para conseguir el alargamiento», ha comentado a la cadena.
Una vez han partido el hueco, los especialistas dejan un espacio libre, el cual aseguran que se va regenerando con el paso del tiempo con nuevo. La doctora ha comunicado a Espejo Público que «se hace con un tipo de clavo que se va agrandando día a día hasta un milímetro». Con esta dolorosa técnica, se pueden ganar, ha asegurado, hasta ocho centímetros de altura. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, ya que la persona que se someta a esta operación estética deberá pasar diariamente por el fisio durante dos años.
Esta moda, que cada vez es más común entre los españoles, no es nueva, lleva al menos 100 años llevándose a cabo. De hecho, actualmente, cientos de pacientes entran a quirófanos pasa salir unos centímetros más altos. A pesar de ello, las técnicas han ido evolucionando.
Según explica el Instituto Downey, una clínica que se dedica a hacer este tipo de intervenciones, ha hasta hace unos años solo disponía de «los clásicos sistemas de fijación externa». Ambos sistemas anotan en la web, van «anclados al hueso con clavos y agujas que atraviesan la piel y músculos» provocando gran incomodidad al paciente y dejando cicatrices muy inestéticas.
Ahora, redactan, esta operación, aunque continúa siendo tediosa, se suele hacer con «a tecnología más avanzada». Así, concluyen, lo ideal es alargar «el hueso desde dentro con un clavo intramedular telescópico».