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08 de septiembre de 2024

Vientre de alquiler, mujer embarazada, embarazo

¿Cuáles son realmente los riesgos de los vientres de alquiler? Un nuevo estudio los revela

Si algo define a estos últimos años en materia bioética son las diferentes cuestiones y normas que se han aprobado para vulnerar los derechos humanos. Se trata de unos hipotéticos «nuevos derechos» que lo único que hacen es cosificar a los individuos y tratarlos como un mero objeto. Ejemplo de esto son los vientres de alquiler, una de las prácticas más problemáticas para el bebé y la madre.

El último ha sido un estudio realizado a casi un millón de partos por vientres de alquiler en Canadá, el cual revela los verdaderos riesgos de esta controvertida y arriesgada práctica. Este, publicado en la revista Human Reproduction, además de demostrar el daño que hace a las madres biológicas, argumenta que esta acción, que continúa siendo legal en algunos países, duplica el riesgo de complicaciones graves como hemorragias posparto y trastornos hipertensivos.

Este ensayo, presentado durante las jornadas organizadas por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) y recogido por The Telegraph, ha generado un gran resquemor entre los médicos asistentes, ya que cada vez más mujeres arriesgan su vida vendiendo a sus hijos a cambio de algo de dinero.

Así, según los datos del estudio, alrededor del 7 % de las madres biológicas sufrieron complicaciones durante el parto o la gestación. Lo contrario sucedió con las mujeres con concepciones naturales, donde solo el 2,4 % vivió algo similar. Aunque es algo «grave», los científicos aun no están del todo seguros de la causa de este suceso. Sin embargo, una cosa tienen clara: entregar a su hijo a una persona desconocida tiene importantes impactos «físicos y psicológicos».

Al hilo, el informe relata que del total de las mujeres analizadas, una de cada siete experimentó una hemorragia posparto a causa del vientre de alquiler. Datos muy diferentes a las que fueron madres por concepción natural. En este grupo, solo una de cada 17 mamás sufrió estas complicaciones. De igual modo, señala el medio británico, una de cada siete madres biológicas tenía trastornos de presión arterial alta, en comparación con solo una de cada 15 concepciones sin asistencia.

En ese sentido, la doctora María Vélez, autora principal del estudio, aseveró a The Telegraph que existen varios mecanismos potenciales que podrían explicar «el mayor riesgo de morbilidad materna grave» entre las madres gestacionales. Así, argumentó que entre ellos están la diferencia de salud, las diferentes características sociodemográficas, la asistencia antes del parto, las consultas médicas para evaluar y llevar a cabo el embarazo y el impacto psicológico y físico.

Lo mismo piensa Javier Pérez Castells, químico de la Universidad San Pablo CEU, quien denunció en una entrevista a este medio que para que esto no suceda, lo que hay que hacer es procurar «un ambiente idóneo» para la madre y hacer que el bebé nazca en su entorno con las «necesidades básicas cubiertas». Todos estos factores son los suficientemente claros como para plantearse eliminar esta controvertida práctica en todos los países.

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