Un policía para 100 mujeres maltratadas: «Solo podían acompañarme de tres a ocho de la tarde»

Desde que comenzamos el año, 27 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en nuestro país; 1.271 desde 2003, año en el que se empezaron a contar los casos. Alguna de estas mujeres, como la víctima de Buñol que murió el pasado sábado, ya habían denunciado en el Sistema de seguimiento integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén). Sin embargo, pareció no funcionar, como tampoco lo hace la escasa medida del Ministerio del Interior para proteger a las mujeres: un policía para cada 100 mujeres maltratadas.

Este repunte de mujeres asesinadas ha hecho saltar las alertas en el Ministerio de Fernando Grande-Marlaska, quien ha pedido que se refuercen los servicios. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha respondido al titular de la cartera de Interior y ha denunciado que no tienen «los medios suficientes». Así, han reconocido que tienen casi los mismos policías dedicados a este fin que hace una década.

María Estevé, Secretaria de Igualdad del SUP, apuntó en 2021 a Telecinco que un policía en algunas comisarías lleva hasta a 100 mujeres. Esto les hace estar «desbordados», ya que solo cuentan con 2.141 agentes para ayudar, según VioGén, a 92.134 mujeres con un caso activo.

Asimismo, y con la intención de recibir ayuda de Interior, el sindicato ha remitido una carta a Grande-Marlaska en la que le recuerdan la situación por la que atraviesan los cerca de 1.800 empleados que trabajan en las Unidades de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) día a día para atajar este tipo de crímenes.

Tal y como han explicado, la cifra de efectivos lleva «desde 2008 sin revisarse y actualizarse». Esto genera situaciones polémicas, puesto que en muchas ocasiones el número de agentes que se hace cargo de todos los casos que llegan a la UFAM de algunas comisarías son «únicamente dos».

Sin policías para ayudar a las mujeres

Esta carencia de medios humanos, han comentado, acaba eliminando periodos de descanso, vacaciones, fines de semana y alterando por completo «los horarios de atención a las víctimas», que exceden con creces los de su jornada laboral. Es el caso de Elena Pilar Ramallo, una mujer coruñesa de 51 años que cuando pidió ayuda la Policía Nacional no pudo ofrecérsela al cien por cien.

La experta en violencia contra las mujeres y los menores, nominada a los Premios Princesa de Asturias por su estudio, comentó en una entrevista a este medio que en Bergondo, localidad de 7. 000 habitantes donde vive, «no hay guardias civiles para acompañarnos porque donde hace falta invertir no lo hacen». Y es que en el pequeño pueblo de Ramallo solo podían «acompañarme de tres a ocho». Tiempo que le parece «una burla».

De igual manera, el sindicato recuerda a Grande-Marlaska que «muchos de los policías» que prestan este servicio carecen «del curso específico» o reciben con años de retraso «a formación necesaria para ocupar esos puestos».