Alimentos que no se deben congelar
Papel de aluminio y agua caliente: el sencillo truco para eliminar el hielo del congelador
Algunas de las causas más repetidas por las que se interrumpe el funcionamiento óptimo de la nevera son: entrada de aire caliente y temperatura más fuerte de la recomendada
La segunda ola de calor ya ha comenzado y con ella los hábitos veraniegos como pueden ser comerse un polo o hacer cubitos de hielo para los refrescos. Para que esto sea posible, el congelador tiene que estar en óptimas condiciones. Pero, ¿cómo saber si mi electrodoméstico está funcionando bien? Es sencillo, basta con mirar si en las paredes hay bloques de escarcha.
Si esto ocurre, aunque es bastante habitual en los hogares, es sinónimo de que algo no va bien. Algunas de las causas más repetidas por las que se interrumpe el funcionamiento óptimo de la nevera son: entrada de aire caliente, abrir las puertas repetidamente, humedad y temperatura más fuerte de la recomendada. En este sentido, cuando apreciamos que los bloques de hielo comienzan a formarse, hay una táctica maestra que los derrite en pocos minutos.
Para limpiar el congelador, ya que es necesario para un correcto funcionamiento y así ahorrar electricidad, lo único que se requiere es papel de aluminio, una olla con agua y toallas.
En este sentido, lo primero que se debe hacer es desenchufar el congelador. No se tardarán horas en realizar el proceso, por lo que la comida no se pondrá mala. Sin embargo, hay que retirarla, ya que esto dejará espacio a la olla con el agua caliente y evitará que se moje la comida.
Una vez se hayan realizado los pasos, hay que cortar trozos de papel de aluminio, cubrir las paredes del electrodoméstico y presionarlas para que se peguen. Cuando esto esté hecho, se procederá a calentar el agua en una olla que entre en el congelador. En el momento que esté lista se introducirá y se cerrará la puerta. En este instante comenzará la magia.
Una vez pasados los primeros 15 minutos, se deberá retirar el recipiente, llenarlo con agua nueva y repetir el proceso tantas veces como sea necesario. Cuando se haya derretido todo, se tendrá que secar bien con un paño y eliminar toda la humedad. Luego, se podrán volver a colocar todos los alimentos y enchufar el frigorífico.
