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Los juzgados de Bilbao marcan con colores a los acusados de violencia de género: «Vulnera la presunción de inocencia»

El Consejo General de Abogacía Española y el Colegio de Abogacía de Vizcaya aseguran que esta medida atenta contra la dignidad de la profesión

Dos juzgados de Violencia sobre la Mujer de Bilbao han anunciado este lunes que colocarán distintivos de colores a los investigados para evitar un encuentro en la sede judicial entre la víctima y el denunciado. Esta decisión no ha sentado bien al Consejo General de Abogacía Española, quien ha rechazado la medida al considerarla «atentatoria contra la dignidad de la profesión».

Aner Uriarte, juez decano de la capital vizcaína, ha explicado en una entrevista a Efe que el principal objetivo de señalar con pegatinas de colores a los identificados es que los funcionarios sepan «quién es quién» en cada caso concreto y prevenir una situación en la que coincidan denunciado y denunciante, y que suponga la revictimización de la mujer.

Esta decisión autonómica, pionera en los juzgados españoles, también ha sido criticada por el Colegio de la Abogacía de Vizcaya, ya que «vulnera la presunción de inocencia» y «la dignidad» de los investigados, y los somete a «una pena de banquillo adelantada».

En un comunicado, la Abogacía española ha terciado en este asunto y ha mantenido que dicha decisión, aplicada a los letrados, resulta «improcedente» y «atenta contra la dignidad de la profesión», puesto que «dicha obligación se impone solo a los profesionales de la abogacía y no a todos los operadores jurídicos». Además, recalcan que los letrados ya disponen «de documento identificativo de su acreditación profesional» que deberán exhibir «a requerimiento del órgano judicial».

Al hilo, ha considerado que esta medida «deja marcados y señalados» a los investigados ante el resto de personas que acude a estos juzgados, y ha mantenido que resulta «desproporcionada e inútil, reprobable jurídica y éticamente; carece de soporte legal y es contraria a los principios de un Estado de derecho».

Tras estas palabras, el juez Uriarte ha aseverado que no se trata de una norma, sino de «una forma de organización interna» adoptada por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer en su autonomía e independencia, por lo que «no necesitan ningún permiso».

El decano ha apuntado que seguramente se ha tomado esta iniciativa tras «algún incidente» registrado en estos juzgados, que ocupan dos plantas del Palacio de Justicia. Así, ha insistido que esta medida «tiene su sentido» porque a veces las instalaciones registran una «aglomeración importante» de personas y estos casos se tienen que resolver en el día para que la mujer no vuelva a casa con el denunciado.

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