Alberto Fernández pide apartar al fiscal en la causa en su contra por violencia machista por falta de «objetividad»
Yáñez, que reside en Madrid, no entregó ayer su teléfono móvil a la Justicia española para poder llevar a cabo un peritaje, pedido por la Fiscalía
«Existen circunstancias suficientes que, por su gravedad, afectan los principios de objetividad, legalidad y oficialidad del magistrado», mencionaba Silvina Carreira, quien es abogada del expresidente argentino, Alberto Fernández.
El exmandatario solicitó la recusación del fiscal Ramiro González, quien encabeza la investigación por la denuncia recibida de su expareja Fabiola Yáñez por violencia machista. Carreira afirma que el magistrado no tiene la objetividad necesaria para llevar la causa. También admiten una «absoluta pérdida de confianza» en él.
Yáñez, que reside en Madrid, no entregó ayer su teléfono móvil a la Justicia española para poder llevar a cabo un peritaje, pedido por la Fiscalía. España da por terminado el acuerdo de colaboración con Argentina por este acontecimiento. Por ello, la defensa ha tomado la decisión de apartar al fiscal.
A sus 43 años, la expareja del expresidente, lo denunció después de que la Justicia argentina encontrara en el móvil de la secretaria del mandatario conversaciones e imágenes que podrían hacer indicar un delito de «lesiones leves en contexto de violencia de género». En la investigación se ha barajado el tráfico de influencias.
El fiscal imputó a Fernández por lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por producirse en un contexto de violencia de género y de amenazas contra su expareja.
En su dictamen, González declaró que Yáñez «sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar», asentada en una relación «asimétrica» y «desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, la cual se vio acrecentada exponencialmente por la elección de Frernández como presidente y el ejercicio del cargo».
El juez federal Julián Ercolini prohibió al expresidente que pudiera salir de Argentina, a la vez que le mandó no poder acercarse de ninguna manera a Yáñez.