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Una mujer cruza una calle de la localidad de Masanasa, en Valencia

Una mujer cruza una calle de la localidad de Masanasa, en ValenciaEFE

¿Puede haber problemas de salud pública en las zonas afectadas por la DANA?

Los expertos llaman a la calma, pero advierten de que el riesgo se incrementa a medida que pasan las horas y los días

Han pasado ya varios días de las terribles inundaciones que se produjeron en varias comunidades de España, siendo la zona más afectada la provincia de Valencia. La ayuda tarda en llegar y eso hace que se den todavía situaciones esperpénticas, como personas que conviven en casa con los cadáveres de sus familiares.

Igualmente, aún hay muchos cuerpos atrapados en los coches y otros tantos bajo agua, ya que la mayoría de subterráneos continúan inundados. Por ello, comienza a aflorar el miedo a que se produzcan problemas de salud pública, por ejemplo, con la contaminación del agua potable. Y es que el agua estancada, los saneamientos rotos y los cuerpos de animales en descomposición pueden ser un caldo de cultivo para diversas enfermedades.

Los expertos, sin embargo, llaman a la calma porque el suministro de agua potable está más que garantizado y el riesgo con el agua asociado a inundaciones torrenciales como las que ha dejado la DANA es «de ahogarte, no de infectarte».

«Lo que hemos visto correr por las calles no es lo que nos vamos a beber en este momento», apunta a Efe desde Valencia el epidemiólogo Óscar Zurriaga, que apela a la importancia de que se sigan las informaciones de los canales oficiales, que son los que informarán donde puede haber problemas «locales» y puntuales con los suministros.

Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, explica que el riesgo de infecciones es «relativamente bajo», pero se incrementa a medida que pasan las horas y los días y es necesario que tanto los afectados, como los voluntarios y los servicios de emergencia adopten medidas de prevención durante la limpieza de los lodos.

En ello coincide Héctor Tejero, responsable del Observatorio de Salud y Cambio Climático del Ministerio de Sanidad: «hay que tener total confianza en las informaciones de protección civil y los servicios de emergencia», además de «sentido común», porque los problemas que las inundaciones provocan en países en vías de desarrollo son más complicados que aparezcan en España. «Aquí hay que tener más paciencia» y «sentido común», subraya.

Zurriaga, presidente saliente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), explica así que una catástrofe como esta tiene tres impactos, que son los que hay que priorizar ahora: los muertos, los heridos y las secuelas que va a generar en la salud mental a los miles de afectados que lo han perdido todo.

Todas las autoridades, locales, autonómicas y estatales van a garantizar que no se distribuya agua en malas condiciones, continúa Zurriaga, y pondrán los medios para que lleguen camiones, «o el medio que sea», cargados con agua potable. Así, el verdadero peligro de esos torrentes violentos es que «te puedes ahogar, pero infectarte va a ser más complicado». Lo cual «no quiere decir que no pueda haber algún caso, pero serían los menos», apostilla.

No obstante, Rivas recuerda que cuando hay catástrofes de este tipo es posible que aparezcan infecciones gastrointestinales y respiratorias por la presencia de bacterias como virus, hongos o parásitos. No es descartable, por tanto, que puedan aparecer infecciones por la helicobacter pylori, la campylobacter, la shigela, la salmonelosis o, incluso, la leptospirosis, esta última una patología bacteriana que se transmite principalmente a través del contacto con agua o suelo contaminado con orina de animales infectados, especialmente roedores.

Rivas recuerda que nos encontramos en un país con campañas de vacunación y, por ello, es menos probable que pueda aparecer el tétanos por las heridas que se produzcan en la limpieza del barro. Aún así, todas esas personas que sufran heridas deben estar pendientes por si en los próximos días les aparecen abscesos o forúnculos que pueden ser debidos a infecciones bacterianas, también normalmente por estreptococos o estafilococos.

Desde la Fundación iO recuerdan además que en aguas estancadas es frecuente la proliferación de mosquitos, posibles vectores de algunas enfermedades. La presencia en la Comunidad Valenciana del mosquito tigre empeora la situación, ya que este ha sido responsable de un brote de dengue en Cataluña el pasado verano.

Consejos para los voluntarios

Para aquellos que participan en la limpieza, se pide que, a ser posible, se protejan la boca, la nariz y los ojos para evitar ese contacto con aerosoles y con todo lo que lo que pueda levantarse durante la limpieza, así como usar pantalones largos y camisas de manga larga, guantes y botas de goma para protegerse y evitar heridas.

Sanidad pide garantizar la salubridad

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha considerado este sábado «imprescindible» garantizar la salubridad de la zona afectada por la DANA para evitar brotes infecciosos, por lo que se va a reforzar la coordinación con la Generalitat Valenciana.

En un mensaje en su cuenta de X, García ha subrayado la necesidad de prevenir «posibles brotes infecciosos», ya sean de tipo digestivo o de enfermedades transmitidas por organismos vivos, una de sus prioridades junto al correcto funcionamiento del sistema sanitario y el abastecimiento de medicamentos.

Precisamente para evitar estas «situaciones evitables de enfermedades transmisibles», Sanidad va a reforzar la coordinación con la Generalitat, a la que ha ofrecido «la disponibilidad de los profesionales del Sistema Nacional de Salud en colaboración con todas las comunidades autónomas».

En ese sentido, la ministra ha apuntado que varias comunidades autónomas se han mostrado preparadas para enviar personal sanitario voluntario para reforzar los equipos de asistencia si es necesario. Sanidad sigue «con cercanía y preocupación» la situación a varios niveles, incluido el contacto con el conseller de Sanidad.

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