Navarra aumenta el dinero destinado a fomentar el vasco a pesar de que cada vez lo habla menos gente
El Gobierno Foral anunció un «refuerzo presupuestario» del 8,3 % pese a la escasa implantación de este idioma en el uso cotidiana
El Gobierno de Navarra anunció a comienzos de 2024 un «refuerzo presupuestario del 8,3 %» para sus políticas de euskera a pesar de que el uso de este idioma en la comunidad está claramente estancado o, según algunos medidores, en sensible retroceso.
De acuerdo con métricas del Gobierno vasco o del Gobierno Navarro, el uso del vasco en la Comunidad Foral se mantiene casi invariable desde comienzos de siglo. Tal y como recoge el think tank «Institución Futuro», la serie histórica evidencia un estancamiento en el uso popular de este idioma. Solo la estadística del Gobierno navarro, primer interesado en la implantación del euskera, muestra un ligero repunte en el uso del vasco en Navarra.
Desde Navarra Confidencial señalan que los Presupuestos de la Comunidad para este año 2025, «además de ser unos presupuestos sólo de los suyos y para los suyos», condenan a la Comunidad «a un escenario de más gasto, más impuestos, más intervencionismo y más hipertrofia de lo gubernamental y de lo público».
La realidad es que no hay una correlación entre el dinero invertido y el resultado obtenido. De hecho, Navarra cuenta con un Instituto Navarro del Vasco o Euskarabidea, compuesto a su vez por 29 integrantes. «La primera reunión del órgano en esta nueva etapa se ha realizado en un momento en el que coinciden dos líneas con importante incidencia en la política lingüística: la financiera y la jurídica», presumía el Gobierno el pasado mes de febrero.
Ese empeño se va a traducir en los Presupuestos de 2025, tal y como denuncia Navarra Confidencial. «La gente no usa más el euskera pero los millones y millones se han gastado y alguien los ha cobrado y se ha beneficiado de ese gasto que no ha servido para lo que supuestamente pretendía conseguir», señalan en un análisis publicado este viernes.
«¿Cómo se sigue justificando entonces ese gasto? A lo mejor hay que empezar a pensar que de lo que se trata no es realmente de difundir el uso del euskera, puesto que no se difunde y el gasto sigue aumentando inútilmente, sino de seguir manteniendo a todos aquellos (personas, organismos, plataformas, medios) que de un modo u otro se benefician económicamente, ya que no lingüísticamente, de ese constante dineral que se despilfarra», concluyen.