Una uróloga advierte de los colores de la orina: «Es muy importante prestarles atención»
Aunque se crea que debe ser únicamente amarilla, lo cierto es que hay una amplia gama de tonalidades
El color de la orina dice mucho de la salud de las personas. Este líquido, que contiene agua y productos de desecho, puede revelar desde la ingesta de un alimento con colorante hasta diferentes tipos de tumores, por ello, es muy importante echar un vistazo al inodoro antes de tirar de la cadena. Es un acto que lleva pocos segundos y que puede salvar la vida de las personas.
Así lo revela la doctora Perrin Downing, uroginecóloga de Axia Women's Health en Allentown, Pensilvania, al diario Parade, quien además afirma que lo ideal de la orina es que sea «de un amarillo claro, como la limonada». Sin embargo, no siempre es así, ya que puede variar en función de la hidratación o la dieta. Si la orina es casi transparente –del color del agua–, es sinónimo de sobrehidratación. Por el contrario, si tiene un color amarillo cargado, podría significar que falta agua en tu dieta.
A pesar de que los cambios en el color de la orina casi nunca son motivo de preocupación, la doctora Downing señala que, si persisten, es esencial consultar con un médico, ya que podrían indicar una afección más grave.
Cuándo preocuparse por el color
Aunque se crea que la orina debe ser únicamente amarilla, lo cierto es que hay una amplia gama de tonalidades. Tal y como comenta la doctora, no existe «un único color normal de orina», por lo que es muy normal que esta varíe a lo largo del día entre varios colores. Por ejemplo, tras consumir remolacha, ya que la orina podría adquirir «una tonalidad rojiza». Lo mismo ocurre con medicamentos como el pirdio, la hiosciamina o la fluoresceína, que la vuelven roja, azul o verde, respectivamente, anota Downing.
Aunque por lo general los colores no son preocupantes, hay momentos en los que se debe estar alerta, sobre todo cuando es rosada, roja o marrón y perdura en los días. Esto, señala la uróloga, podría ser sinónimo de enfermedades graves como las infecciones del tracto urinario, los cálculos renales o los riñones. En algunos casos, la sangre en la orina es «un signo de cáncer en los riñones o en la vejiga».
La intensidad de la sangre en la orina también es importante. Si es rosada no suele haber problemas graves, pero si el color va ganando fuerza, es fundamental acudir al médico cuanto antes, especialmente «cuando coge color de vino tinto», explica en el medio.
No es el único color del que hay que estar pendiente. Al igual que los arándanos y otros alimentos azules pueden hacer que la orina salga azul o verde, también es posible que la persona tenga una infección bacteriana o hipercalcemia –una afección en la que el nivel de calcio en la sangre es demasiado alto–. Por otro lado, si es de color naranja, advierte, podría ser señal de una afección hepática o de las vías biliares.
La doctora recalca que es «muy importante prestar atención a estos colores». Ante un cambio en el color de la orina, lo primero que se debe hacer es aumentar la ingesta de agua. Si el color no vuelve a la normalidad en tres días, lo más recomendable es acudir al médico para que analice la situación y realice las pruebas necesarias.