Las fiestas ilegales siguen siendo un problema en las celebraciones de Nochevieja
Cerca del aeropuerto de Ciudad Real se ha convocado una rave no autorizada a la que ha viajado gente de toda Europa
Un año más España amanece el día de Año Nuevo con fiestas ilegales al aire libre en las que miles de personas consumen alcohol y drogas y no muestran el mayor interés en recogerse a sus casas tras las uvas. En 2023 fueron los vecinos de La Peza, en Granada, los testigos del espectáculo, un año después fueron los de Fuente Álamo, en Murcia. Este año, la fiesta, bautizada como Big Fucking Party, se ha instalado en las instalaciones del aeropuerto de Ciudad Real.
Miles de persona continúan la fiesta sin descanso al ritmo de la música tecno; no solo españoles, también llegan de otros países de Europa como Italia, Francia, Alemania o Suiza. Y han llegado hasta Ciudad Real convocados a través de grupos de Whatsapp o Telegram. Muchos han instalado sus furgonetas y autocaravanas en las inmediaciones y otros han montado tiendas de campaña.
Este tipo de fiestas no autorizadas generan en ocasiones problemas a los vecinos y otro tipo de inconvenientes que implica que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tengan que intervenir y gastar recursos. Sin ir más lejos, ya desde el comienzo de la celebración de Nochevieja tuvieron que actuar debido a que cientos de vehículos colapsaron la Autovía A-43 que une Ciudad Real con Puertollano, por lo que se limitó al circulación por esta vía de comunicación.