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La ministra de Sanidad, Mónica García

La ministra de Sanidad, Mónica GarcíaEuropa Press

Sanidad se reunirá de nuevo con el PP para sacar adelante su nuevo plan de salud mental

El motivo de la oposición de los consejeros populares fue la falta de presupuesto, aunque el plan incluye una asignación de 39 millones de euros

El Ministerio de Sanidad intentará mañana, por segunda vez, avanzar en la aprobación del plan de salud mental, presentando a las comunidades gobernadas por el PP una versión revisada del documento original. Aunque se han ajustado algunos aspectos del texto, la esencia de las medidas sigue siendo la misma. Este nuevo borrador ya cuenta con el apoyo de todas las sociedades de Psiquiatría y Psicología.

El departamento dirigido por Mónica García someterá nuevamente al análisis del Consejo Interterritorial, que se celebrará mañana en Toledo, el «Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027». Este plan recibió un respaldo unánime en el comité técnico de la estrategia, tras el freno impuesto por el PP el 14 de febrero.

El motivo de la oposición de los consejeros populares fue la falta de presupuesto, aunque el plan incluye una asignación de 39 millones de euros, y la desvinculación de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm), que consideró que el plan comprometía los recursos humanos y aumentaba el estigma relacionado con la salud mental debido al uso de términos como «deprescripción».

Sin embargo, otras sociedades científicas, como la Asociación Española de Salud Mental (AEN-PSM), la Sociedad Española de Psicología Clínica-Anpir y la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y Adolescente (Sepypna), junto con los equipos técnicos de las comunidades, continuaron respaldando el plan sin cambios sustanciales.

En el comité se han acordado algunas modificaciones en el texto, que han sido accesibles para Efe, pero se mantiene la esencia del documento original. El plan sigue apostando por una atención más humanizada, un uso racional de los psicofármacos y un impulso a la «prescripción social», así como la promoción de alternativas a la institucionalización y la sujeción mecánica.

Entre los cambios más importantes, se ha ajustado el uso de la «deprescripción», limitándola a hipnosedantes y antidepresivos, en respuesta a las críticas de la Sepsm. Además, se ha añadido una nueva medida para garantizar terapias de calidad basadas en evidencia científica, con un grupo de trabajo encargado de identificar y proteger a los pacientes de prácticas y pseudoterapias perjudiciales.

El Colegio Oficial de Psicología había expresado su preocupación por la regulación de la psicoterapia, pero el nuevo texto aclara que se fomentará el acceso a formación de calidad en psicoterapia, creando un grupo de trabajo para asegurar que se respeten los criterios del Sistema Nacional de Salud.

Finalmente, los indicadores de varias medidas, que en el documento original fluctuaban entre el 70 % y el 90 %, ahora se fijan en un 100 %. Un ejemplo de ello es el refuerzo de los recursos humanos en salud mental, que inicialmente se establecía en un 90 % de plazas acreditadas, y ahora se ajusta para asegurar la promoción del aumento de plazas a través de las comunidades autónomas. El Ministerio también creará un grupo de trabajo para elaborar propuestas que asesoren sobre cómo incrementar las plazas en colaboración con las comunidades.

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