Estas son las fuentes que más contribuyen a la mortalidad asociada a la contaminación atmosférica
Los resultados de esta investigación muestran una gran variabilidad entre las diferentes ciudades estudiadas
La contaminación atmosférica es la principal causa medioambiental de muerte. Ahora, un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación La Caixa, ha estimado cuáles son las fuentes que más contribuyen a la mortalidad asociada a dos contaminantes del aire —PM2,5 y NO2— en 857 ciudades europeas.
Los resultados de esta investigación, que se han dado a conocer en la revista The Lancet Public Health, muestran una gran variabilidad entre las diferentes ciudades estudiadas, sugiriendo que, dado que cada una tiene sus particularidades y sus propias fuentes de contaminación del aire, las estrategias para mejorar la calidad del aire deberían ser adaptadas a cada contexto local.
Contribuyentes a la mortalidad por PM2,5
Si se agrupan los datos de las 857 ciudades, las cifras muestran que la fuente que más contribuye a la mortalidad asociada a partículas PM2,5 son las emisiones generadas por las viviendas, con una contribución media de todas las ciudades del 22,7 %. En segundo lugar, figura el sector apropecuario, al que se atribuye, de media, un 18 % de la mortalidad por PM2,5, seguido de la industria (13,8 %), el transporte (13,5 %), el sector energético (10 %), las fuentes naturales (8,8 %) y el transporte marítimo (5,5 %).
Sasha Khomenko investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio explica que si observamos el conjunto de NO2 y PM2,5, «el tráfico sigue siendo el sector con un mayor peso» tanto en la mala calidad del aire como en la mortalidad asociada a esta. Sin embargo, si nos fijamos exclusivamente a la mortalidad asociada a partículas PM2,5, existe «una aportación significativa» por parte del sector residencial y del sector agrario.
Es cierto, apunta Khomenko, que en el estudio no se han desglosado las fuentes específicas de las emisiones de cada sector. A pesar de esto saben «gracias a la literatura científica» que la mayor parte de las partículas generadas en el ámbito doméstico se deben fundamentalmente a la quema de biomasa y carbón para calefacción y, en menor medida, a sistemas basados en combustibles fósiles para generar calor y agua caliente y a las cocinas de gas.
Esto se ha producido, asegura la investigadora, «por el incremento en los precios de los combustibles fósiles y las políticas de mitigación del cambio climático», ya que han llevado a un aumento del uso de biocombustible. Sin embargo, el hecho de que se trate de productos de origen natural no significa que no sean nocivos para la salud», añade.
Además, la investigadora aclara, en lo que respecta a la agricultura, que la ganadería intensiva es una importante fuente de partículas que se generan sobre todo a partir del amoníaco presente en los purines de los animales y también a través del uso de determinados fertilizantes. Se trata de una fuente de contaminación que se dispersa desde su lugar de origen y se desplaza hacia las ciudades que se encuentran en la proximidad», aclara la investigadora.
Las partículas PM2,5 son el contaminante del aire con un mayor impacto negativo sobre la mortalidad en las ciudades europeas. El equipo científico recalca que se necesita más investigación para determinar cuáles de los componentes de las partículas PM2,5 son más perjudiciales para la salud y, de esta manera, poder diseñar medidas de mitigación más precisas.
Contribuyentes a la mortalidad por NO2
En cuanto a la mortalidad por NO2, existe un contribuyente muy destacado, que es el sector del transporte, con una contribución media entre todas las ciudades del 48,5 %. Otros sectores con una contribución considerable son la industria, con una media del 15 %, el sector energético, con un 14,7 %, las viviendas (10,3 %) y el transporte marítimo (9,7 %).
El NO2 es un gas que se genera en los procesos de combustión, principalmente de los vehículos motorizados, pero también en instalaciones industriales o de generación de energía.
Con respecto a este gas, Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, sostiene que se precisan medidas más valientes para reducir drásticamente la contaminación y las muertes asociadas al tráfico, que sigue siendo la principal fuente de emisión. Y, al mismo tiempo, «implementar políticas para mitigar las otras fuentes de emisión» tanto de NO2 como de PM2,5, como regular las emisiones de las industrias y del transporte marítimo y limitar la quema de biomasa en el ámbito doméstico.
Para lograr una reducción de la contaminación atmosférica son necesarias «medidas y soluciones multisectoriales y holísticas», por ejemplo, con grupos de trabajo que abarquen todos los ámbitos (urbanismo, transporte, vivienda, medio ambiente, sanidad, educación, sector agropecuario, empresas) a escala municipal, nacional y europea», concluye Nieuwenhuijsen.