Los incendios forestales asolan el sureste de Australia
Los bomberos llamaron este martes a los pobladores a huir o buscar refugio ante los vientos cálidos que atizan el fuego
Las autoridades australianas luchan este martes contra decenas de incendios forestales en el sureste del país, una zona que ha sido afectada por una inusual ola de calor en plena primavera austral.
Unos 600 bomberos luchan contrarreloj para contener los fuegos en la localidad de Briagolong, situada a más de 250 kilómetros al este de la ciudad de Melbourne, y que es el mayor foco de preocupación, así como en las localidades aledañas de Gippsland, en el extremo suroriental de Australia.
Los fuertes vientos, que según los pronósticos alcanzarán hoy una velocidad de más de 100 kilómetros por hora durante la jornada, causaron que el incendio de Briagolong se triplique de tamaño hasta alcanzar un área de 170 kilómetros. Avivados por los vientos, las lenguas de fuego en su avance amenazan con poner en peligro la vida de sus residentes y sus viviendas.
Por ello las autoridades han ordenado a los residentes de Briagolong y sus alrededores buscar refugio en interiores dado que «es muy tarde para desplazarse», mientras que en otros lugares como Fernbank y Stockdale, la recomendación es «evacuar inmediatamente», según sendos mensajes en las redes sociales.
En el vecino estado insular de Tasmania, otro incendio arde con fuerza en la isla Flinders amenazando con calcinar las viviendas de este remoto lugar en plena primavera austral en Australia, una temporada que ha comenzado con el septiembre más seco de su historia.
Asimismo, en el estado de Nueva Gales del Sur, los bomberos luchan contra 82 incendios forestales, de los cuales 16 de ellos arden sin control, en una jornada en donde las temperaturas llegarán hasta los 40 grados en algunas jurisdicciones, condiciones secas y fuertes vientos.
Debido al riesgo de incendios, las autoridades han prohibido encender fogatas al aire libre en diversas jurisdicciones, incluida la ciudad de Sídney, que afrontará temperaturas inusuales de 35 grados, antes de que los termómetros bajen el miércoles por un frente frío que afectará el sur del país.
La región de Nueva Gales del Sur, cuya temporada de incendios forestales comienza normalmente en noviembre, fue escenario de los devastadores incendios del llamado «verano negro» de 2019-2020, que mataron a 33 personas. Esos incendios también calcinaron unos 24 millones de hectáreas en el este de Australia y afectaron a unos 3.000 millones de animales.
Los expertos confirmaron el mes pasado que Australia se enfrentará a un aumento de las temperaturas y un clima más seco del habitual este año debido al El Niño, un fenómeno meteorológico natural provocado por las corrientes en el océano Pacífico que, agravado por el calentamiento global, podría llevar a devastadores incendios.