Cataluña declara la preemergencia por sequía y aplica medidas que afectarán a seis millones de habitantes
El Govern trabaja con el Puerto de Barcelona para recibir barcos con agua mientras se mantienen las limitaciones de agua
La situación de sequía en Cataluña sigue agravándose y no hay indicios de que vaya a mejorar a corto plazo. Por este motivo, el Govern ha decretado la entrada en fase de preemergencia a los municipios del sistema Ter-Llobregat. Afectará unos 200 municipios, entre ellos la ciudad de Barcelona y su área metropolitana, y Gerona. O lo que es lo mismo, son unos seis millones de personas.
Este cambio de fase, intermedia para retrasar un poco más la entrada en emergencia, implica que se reduce la dotación máxima de agua por habitante y día, que pasará de los 230 litros a los 210. Por cierto, según datos de la Agencia Catalana del Agua, que actualiza datos sobre el consumo de agua por municipios cada mes, hay una veintena de poblaciones que se verán más afectadas al entrar en esta fase, porque superan esa dotación máxima de 210 litros. Entre ellas están Matadepera (Barcelona), que dobla la dotación, igual que Begur (Gerona), Alella, Llinars del Vallès, Sant Feliu de Guíxols, o Olesa de Montserrat.
El resto de restricciones se mantienen igual, excepto la dotación de agua permitida para el riego de superficies de hierba destinadas al deporte federado, que pasa de 450 a 200m3 por hectárea mensual.
«Emergencia nacional»
El consejero de Acción Climática, David Mascort, ha explicado que el objetivo es hacer un llamamiento para ahorrar agua «antes de llegar al límite de la emergencia», que se produciría con los embalses al 16% de sus reservas. Actualmente, se encuentran en un 18,5%. De ahí que Mascort considera que se está en un momento «muy crítico» y ante «una emergencia nacional». Y defendía la medida: «lo que hacemos hoy es avanzarnos, haciendo un llamamiento a todo el país, ciudadanía y todas las actividades económicas para nos pongamos todos en modo emergencia».
Y ante esta situación, la Generalitat ya está trabajando con el Puerto de Barcelona para recibir barcos con agua. De hecho, ya se están llevando a cabo obras de adecuación de la infraestructura. El consejero de Acción climática dice que están «preparados» ante cualquier situación y que el Govern estudia todos los escenarios posibles para conseguir más agua.
Y en medio de este panorama, recordemos que la Generalitat ha decidido aumentar el precio del agua un 33%. La tarifa media pasará de 0,74 a 0,99 euros por metro cúbico. Se justifica el incremento, que se empezaría a aplicar en enero del próximo año, en que se acaba con una congelación de precios vigente desde 2017, la sequía, el precio de la luz y el sobrecoste que causa en el uso de las plantas desaladoras. El Govern calcula que esta subida tendría un impacto de un euro por persona y mes, aunque el importe definitivo puede variar en función de cada municipio.