En qué consiste la 'cresta atlántica', el patrón meteorológico que enfriará España
La situación se puede ver agravada por un posible ciclón subtropical que se aproximaría a Azores y que podría zarandear el chorro polar
Las temperaturas suaves y agradables han quedado ya atrás y esta semana en muchos puntos de España se está amaneciendo con valores muy bajos, incluso bajo cero. Esto es fruto de una corriente de aire polar que, combinado con un panorama anticiclónico, hace que estas temperaturas se sitúen ya en lo correspondiente para finales de noviembre.
El viento, además, está incrementando la sensación de frío estos días. Una situación invernal que, tal y como parece, persistirá en el tiempo. Según explican desde Meteored, el patrón actual con la cresta anticiclónica en el Atlántico continuará al menos hasta la próxima semana, lo que favorecerá la llegada de nuevas masas de aire origen polar o ártico al continente europeo.
Esta cresta anticiclónica o Atlantic Ridge consiste en la presencia de altas presiones sobre el Atlántico Norte central, a una latitud de unos 55 °N. Una situación que favorece las irrupciones de aire frío sobre Europa occidental.
Esto, además, se puede ver agravado por un posible ciclón subtropical que se aproximaría a Azores y que podría zarandear el chorro polar y «lanzar» la dorsal hacia latitudes más altas, favoreciendo una entrada fría en Europa, según comentan desde Meteored Portugal.
El modelo de referencia de este portal meteorológico apunta, por tanto, a que la situación de cresta anticiclónica en el Atlántico Norte central marcará el tiempo en España durante las próximas semanas, probablemente al menos hasta la primera parte de diciembre.
Esto generará varios episodios de irrupciones de aire polar que, no obstante, podrían alternarse con períodos más estables y cálidos. Los efectos serán temperaturas frías, heladas generalizadas y pocas precipitaciones, que se restringirán solo a la vertiente cantábrica, cara norte del Pirineo y el archipiélago balear.
Con esto, los meteorólogos no prevén episodios con temperaturas anormalmente altas como los vividos hasta ahora, restringiéndose estos valores a lo normal para la época o incluso por debajo de lo habitual.