Medio ambiente
Inglaterra apuesta por las minas de carbón para producir energía renovable
Todas las potencias mundiales se empeñan en depender cada vez menos de los combustibles fósiles y encontrar alternativas que generen suficiente energía pero que a la vez sean respetuosas con el medio ambiente. La solar y la eólica son las dos principales fuentes utilizadas, que cada vez ganan más peso.
Pero existen otras, como la geotérmica, la de biomasa, la mareomotriz o el hidrógeno. Cada vez se invierten más recursos precisamente en investigar cómo aprovechar al máximo estos recursos que ofrece el planeta y que no generan gases de efecto invernadero, por lo que acelerarían el proceso de descarbonización en el que están inmersos todos los países del mundo.
Atrás queda la época de las minas de carbón, de las que se extraía el material que empujó la revolución industrial en el siglo XVIII y que jugó un papel crucial a nivel energético desde la década de 1880. Reino Unido fue el país que contaba con un mayor número de estos yacimientos, encontrándose los más antiguos en Newcastle y Durham, Gales del Sur, el Cinturón central de Escocia y las Tierras Media, tales como las de Coalbrookdale.
Unas minas que, con el paso de los años y la entrada del siglo XXI, han ido clausurándose y cayendo en desuso, de igual forma que las centrales térmicas han perdido peso en la generación de energía y se ha procedido a su cierre. Sin embargo, en Inglaterra quieren aprovechar estos yacimientos abandonados para producir energía renovable. ¿Pero cómo?
Ha sido el alcalde del Oeste de Inglaterra –un área de autoridad combinada formada por las autoridades de Bristol, South Gloucestershire y Bath y North East Somerset– el que ha impulsado un proyecto por valor de 1,5 millones de libras para que las más de 100 minas en Somerset y South Gloucestershire puedan proporcionar una fuente renovable de calor en la región, según informan desde el periódico The Guardian.
Este hito ya se ha puesto en marcha con éxito en otras zonas como Gateshead, donde la Gateshead Energy Company está utilizando agua caliente de la extensa red de antiguas minas situadas a 150 metros debajo de la ciudad para suministrar calor a los hogares y agua caliente.
Cómo funciona
El proceso es relativamente sencillo de entender. Mientras se explotaban las minas de carbón, esta actividad alteró la permeabilidad del terreno, por lo que el agua se infiltraba a través de galerías y fracturas y debía ser bombeada de forma continua para evitar riesgos. Sin embargo, tras su abandono, las bombas que extraían el líquido dejaron de funcionar y, por tanto, las minas se inundaron. Esta agua acumulada se ha ido calentando como consecuencia de la energía geotérmica, del calor que proviene del núcleo de la Tierra, por lo que han llegado a sumar unos 20 grados de temperatura.
La idea es que esa agua entre en los sistemas de calefacción y sirva para calentar hogares, hospitales y negocios. Aunque no parezca una temperatura especialmente alta, el hidrogeólogo Dan Mallin Martin explica a The Guardian que esta agua calentada naturalmente se puede extraer a través de pozos. Posteriormente, pasaría por una bomba de calor geotérmica que aumentaría esa temperatura hasta los 60 o 70 grados, pudiendo entrar en el circuito de calefacciones y devolviéndose posteriormente a la mina para su reutilización de la misma manera.
España ya utiliza esta técnica
Aunque no a gran escala, en España ya se han dado proyectos que apuestan por esta tecnología. Según recuerdan desde la Universidad de Oviedo, varios edificios del municipio asturiano de Mieres conforman el District Heating (red de calor) del Pozo Barredo –ubicado en la zona urbana de la ciudad– desarrollado por el Grupo Hunosa. Se trata de un sistema de climatización por energía geotérmica que es posible gracias al uso del agua de mina.
Entre las construcciones que se abastecen gracias a este proceso se encuentran el Hospital Vital Álvarez Buylla, el edificio de investigación del Campus de Mieres y la sede de la Fundación Asturiana de la Energía, así como el instituto de educación secundaria Bernaldo de Quirós y dos edificios de 250 viviendas en la Mayacina.