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Fotografía de la suelta de dos ejemplares de lince ibérico para su reintroducción al medio natural

Fotografía de la suelta de dos ejemplares de lince ibérico para su reintroducción al medio naturalEFE

La población de lince ibérico en la Península supera los 2.000 ejemplares

A principios de siglo, este animal se consideraba en peligro crítico de extinción, pero ha sufrido un incremento significativo de sus ejemplares

En 2023, la población de lince ibérico ha alcanzado los 2.021 ejemplares, un incremento significativo desde los 1.668 registrados el año anterior, según el censo anual del proyecto Life que coordina el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), dedicado a la conservación de este felino.

El proyecto LynxConnect, coordinado por la Junta de Andalucía e involucrando a varias comunidades autónomas y a Portugal, ha revelado este viernes que en Andalucía, la población en Doñana-Aljarafe ha aumentado de 108 a 130 ejemplares; en Andújar-Cardeña, se ha mantenido con un leve aumento de 268 a 271; Guadalmellato ha pasado de 40 a 41; y Guarrizas ha subido de 167 a 201 linces.

La población en Setefilla ha crecido de 9 a 11; en Las Minas ha disminuido de 17 a 11; Guazurejos ha aumentado de 1 a 3; y la nueva población de Sierra Arana, formada principalmente por reintroducciones, ha pasado de 5 a 13 ejemplares en 2023. En total, la población andaluza cuenta con 686 ejemplares de los 2.021 totales, incluyendo 406 hembras reproductoras que han criado 722 cachorros.

A principios de siglo, el lince ibérico se consideraba en peligro crítico de extinción, con solo un centenar de ejemplares en Andalucía. Hoy, según Life, «un número indeterminado se ha dispersado por la península ibérica, asentándose en zonas no previstas inicialmente por los trabajos de conservación».

Asentamientos

Los asentamientos naturales incluyen Ortiga (9 ejemplares) y Valdecañas (10) en Extremadura. En 2023, La Jara se unió a Las Minas, Setefilla, Ibores, Río Sotillo, Valdecigüeñas, Guazurejos y Cornalvo como nuevas zonas de asentamiento. Estos lugares, tras ser evaluados, son considerados ‘stepping stones’ por el programa.

Pegalajar, Alcaudete y áreas limítrofes también son asentamientos naturales potenciales que podrían conectar Sierra Arana y Sierra Morena en el futuro. Esta región del sur de Sierra Morena está experimentando una expansión natural del lince debido a la alta disponibilidad de presas, según el proyecto Life dirigido por Javier Salcedo.

En comparación con 2022, han surgido nuevas poblaciones en Lorca (Murcia) y Sierra Arana (Granada), donde las reintroducciones comenzaron en 2023. También se han identificado nuevas zonas de enlace, conocidas como ‘stepping stones’, específicamente en La Jara y Cabañeros en Castilla-La Mancha, con individuos liberados o asentados naturalmente en 2023.

El proyecto Life destaca una «tendencia al alza» en los linces que se dispersan desde áreas de presencia estable, extendiéndose por la península ibérica. Esta expansión hace casi imposible contar con precisión el número de individuos por comunidad autónoma.

El documento refleja que son 2.021 los linces totales censados, distribuidos en España (1.730, que supone un 85,6 %) y Portugal (291). Las comunidades autónomas españolas que albergan poblaciones estables de la especie son cuatro. Andalucía acogió 755 ejemplares, lo que supone el 43,6 % de la población española, mientras que en Castilla-La Mancha se registraron 715 linces (41,3 %). En Extremadura se censaron 253 ejemplares y en la Región de Murcia siete.

Liberaciones

En 2023, LynxConnect liberó 34 linces en áreas de reintroducción y ‘stepping stones’. Estos linces provienen tanto de programas de cría en cautividad como de animales silvestres traslocados.

En Lorca, las liberaciones fueron blandas (los linces pasan un periodo de adaptación en un cercado). En otras áreas, se liberaron: 1 en Campo de Montiel y Guadazueros; 2 en Montes de Toledo, Ortiga, Guadalmellato, Ibores, Río Sotillo y Las Minas; 4 en Valdecañas; y 8 en Sierra Arana y Lorca.

Mortalidad

En 2023, se registraron 189 muertes de linces ibéricos. Dada la variabilidad en la detección de las causas de muerte, el proyecto Life trabaja principalmente con datos de individuos radiomarcados. Los atropellos, una de las causas más detectables, afectaron al 7 % de la población total, un aumento respecto al 6 % del año anterior.

Este avance en la población de lince ibérico refleja el éxito de los esfuerzos de conservación y reintroducción, aunque los desafíos, como la mortalidad por atropellos, siguen siendo significativos.

Fuerte recuperación

La recuperación de la población del lince ibérico en España y Portugal constituye uno de los mejores ejemplos de actuaciones de conservación de especies amenazadas en el mundo y ha sido posible gracias a los esfuerzos coordinados realizados tanto por las administraciones públicas competentes como por entidades sectoriales interesadas, propietarios y gestores de fincas privadas y sociedad en general. La contribución financiera de las administraciones españolas y portuguesas y de la Unión Europea, a través del programa LIFE, han sido clave para la ejecución de los trabajos de seguimiento e investigación y para la mejora de las tasas de supervivencia, reproducción y mejora del hábitat.

El programa de conservación ex situ, en el que se enmarcan los trabajos de cría en cautividad y la reintroducción de ejemplares, también ha sido una pieza clave en la recuperación del lince. Se ha llevado a cabo bajo una fructífera cooperación y coordinación entre las autoridades portuguesas y españolas, articulada en el marco del Memorando de Entendimiento para el desarrollo de un único programa coordinado de actuaciones para la aplicación de la Estrategia de Conservación del Lince ibérico en España. La cría en cautividad supone un esfuerzo económico muy importante para las administraciones que vienen sufragando este coste con medios propios, que son el ICNF de Portugal en el centro de cría de Silves, la Junta de Andalucía en el centro de La Olivilla (Jaén) y el Organismo Autónomo Parques Nacionales del MITECO en los centros de Zarza de Granadilla (Cáceres) y El Acebuche (Huelva).

Desde que en 2011 comenzaran las primeras liberaciones al medio natural de individuos nacidos en cautividad, hasta 2023 se han reintroducido 372 ejemplares. A las áreas de reintroducción inicialmente seleccionadas para la liberación de linces, que fueron Vale do Guadiana en Portugal, Guarrizas y Guadalmellato en Andalucía, Montes de Toledo y Sierra Morena Oriental en Castilla-La Mancha, y Matachel en Extremadura, se han incorporado en los últimos nuevas zonas de reintroducción aprobadas por el grupo de trabajo del lince ibérico al constatarse el cumplimiento de los requisitos ecológicos y sociales para abordar la reintroducción. Así, los núcleos de Sierra Arana en Andalucía, Valdecañas-Ibores y Ortiga en Extremadura, Tierras Altas de Lorca en la Región de Murcia y Campos de Hellín en Castilla-La Mancha ya cuentan con ejemplares liberados y asentados de lince ibérico. Otras zonas de conexión también acogen linces de manera estable, bien a través de liberaciones de ejemplares nacidos en cautividad como a través de asentamientos naturales de ejemplares silvestres, en las provincias de Sevilla, Toledo o en el Parque Nacional de Cabañeros.

Resulta esperable que el número de áreas seleccionadas para realizar la reintroducción se incremente en los próximos meses y años, debido al interés de varias comunidades autónomas por evaluar la idoneidad de la recuperación del lince en sus territorios.

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