2.000 kilómetros de hielo de la costa de la Antártida se han mantenido estables durante 85 años
Estamos acostumbrados a leer noticias y estudios que certifican la pérdida de masa helada en los polos debido al aumento de las temperaturas a nivel global. Sin embargo, un estudio reciente ha explorado el archivo de imágenes aéreas más antiguo a gran escala de la Antártida y ha aportado datos nuevos que aportan datos prometedores.
La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Copenhague y publicada en la revista Nature Communications, revelan elevaciones constantes de la superficie del hielo desde la década de 1930 gracias a unas fotografías tomadas en esa década desde un ballenero.
A pesar de que se siguen observando signos de debilitamiento, ven cómo el hielo se ha mantenido estable e incluso ha crecido ligeramente durante casi 100 años, lo que proporciona nuevos conocimientos que mejoran las predicciones sobre los cambios en el hielo y el aumento del nivel del mar.
Esto ocurre concretamente en la región oriental de la Antártida, un área que cubre aproximadamente 2.000 kilómetros de costa y contiene tanto hielo como toda la capa de hielo de Groenlandia. Comparando imágenes antiguas con datos satelitales modernos crearon reconstrucciones en tres dimensiones de los glaciares y llegaron a la conclusión de que, debido al aumento de las nevadas, el hielo no solo se ha mantenido estable en esa zona, sino que ha aumentado ligeramente en los últimos 85 años.
«Nuestros resultados demuestran que la estabilidad y el crecimiento en las elevaciones del hielo observadas en las cuencas terrestres durante las últimas décadas son parte de una tendencia que abarca al menos un siglo, y resaltar la importancia de comprender los cambios a largo plazo al interpretar la dinámica actual», explican en el estudio.
«Constantemente escuchamos informaciones sobre el cambio climático y nuevos récords de derretimiento, por lo que es reconfortante observar un área de glaciares que se ha mantenido estable durante casi un siglo», comenta el estudiante de doctorado Mads Dømgaard, primer autor de la investigación.
No obstante, los impulsores del trabajo rebajan la euforia al destacar que, gracias a la comparativa de las imágenes, también se muestran los primeros signos de cambios en el hielo marino frente al glaciar, lo que podría derivar en una reducción de los glaciares de la Antártida Oriental en el futuro.
Información para predicciones precisas
Este tipo de estudios proporciona una información crucial para producir predicciones precisas sobre la futura evolución de los glaciares y el aumento del nivel del mar, y es que hasta la década de 1990 se sabía muy poco acerca de los glaciares de la Antártida. Esta capa de hielo está captando cada vez más atención de los investigadores debido a su potencial para causar un aumento extremadamente grande y rápido del nivel del mar. «Las largas series temporales de glaciares mejoran nuestra capacidad para crear modelos más precisos de futuros cambios en el hielo, ya que los modelos se basan en observaciones históricas», concluye Anders Bjørk, que dirige el grupo que trabaja con imágenes históricas.
Bjørk considera algo «fantástico» que las imágenes antiguas puedan usarse para generar nuevos resultados de investigación casi cien años después de haber sido tomadas y matiza que, si bien algunos glaciares se han adelgazado en períodos intermedios más cortos, de 10 a 20 años, se han mantenido estables o han crecido ligeramente a largo plazo, lo que indica un sistema en equilibrio. Una investigación que muestra un rayo de luz entre tantas informaciones pesimistas relacionadas con el medio ambiente.