Los ingenieros de caminos: «Las únicas medidas efectivas son las presas o los encauzamientos de ríos»
Los pueblos afectados por la DANA siguen esperando la tan ansiada ayuda. Este viernes, festivo nacional, recibieron riadas de voluntarios llegados, en su mayoría, de Valencia ciudad y otras poblaciones que no resultaron damnificadas por el temporal. Con su ayuda y la de los servicios de emergencia se intenta, muy poco a poco, retomar la normalidad, pero los coches se siguen amontonando en las calles y la mayoría de garajes subterráneos continúan aún inundados.
Un drama sin precedentes en nuestro país que podía haber sido menor con un buen sistema de alerta previa, pero también si las administraciones hubiesen invertido en infraestructuras clave para evitar las inundaciones.
A esto se ha referido en un comunicado la demarcación de la Comunidad Valenciana del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, que ha subrayado la importancia «crucial» de las infraestructuras hidráulicas en servicio, cuya presencia ha mitigado de manera significativa los efectos de la inundación. En concreto, se refieren a la capacidad de laminación de la presa de Forata y al nuevo cauce del río Turia, que han permitido encauzar un caudal excepcional, «evitando así que el impacto aguas abajo fuera de una magnitud mucho mayor».
No obstante, los ingenieros ven la necesidad de continuar con la construcción de nuevas infraestructuras de interés general. En su condición de expertos, aspiran a reducir el riesgo ante fenómenos meteorológicos de esta índole, «mejorando los sistemas de alerta temprana, la transmisión del conocimiento a la sociedad que vive en zonas inundables, el apoyo a la toma de decisiones y mediante la ejecución de infraestructuras que son necesarias para la mitigación del riesgo», explican.
Las soluciones técnicas necesarias para ello ya están proyectadas y respaldadas por estudios exhaustivos, según reza el comunicado. Sin embargo, su realización «depende de acuerdos y voluntad política, así como de la financiación adecuada para convertirlos en realidad», lamentan.
Asimismo, acentúan que la clase política suele utilizar frases como «en obra civil, ya está todo hecho» o «esa solución es muy cara». Pero, tal y como subrayan, «ha quedado en evidencia que no es así, no está todo hecho y las soluciones no son caras o baratas, son rentables o no».
«¿Cuánto nos va a costar ahora rehacernos de esta situación?», se preguntan los ingenieros. «Atrevámonos a compararlo con el coste de ejecutar los proyectos, que ya están planificados, y que ayudarían a paliarla», retan. Por todo ello, desde el Colegio instan a todas las administraciones y a los agentes sociales a trabajar juntos y aunar esfuerzos «para llevar adelante los proyectos planteados». «Solo con un compromiso conjunto podremos mejorar la resiliencia frente a eventos climáticos extremos y salvaguardar tanto a la población como el entorno», concluyen.
Presas y encauzamientos de ríos
Luis Mediero, catedrático de la ETSI Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y experto en inundaciones urbanas, comenta la necesidad de que el cambio climático sea «un factor a considerar a la hora de diseñar nuevas infraestructuras» y subraya la importancia de la educación y la información emitida a la población sobre los riesgos que implican estos fenómenos.
Igualmente, pone en valor el papel de la ingeniería de cara a reducir los daños. «En inundaciones como las que hemos vivido las únicas medidas realmente efectivas son, por ejemplo, las presas o los encauzamientos [de ríos], que vienen de la ingeniería civil», explica.
Pese a la magnitud de la tragedia, Mediero asegura que las infraestructuras han «funcionado» y subraya el papel del nuevo trazado del río Turia en la ciudad de Valencia a la hora de evitar una tragedia mayor. «Es una infraestructura que ha funcionado a la perfección y que evita que el Turia discurra por el cauce histórico que es donde está hoy en día la Ciudad de las Artes y las Ciencias». También han funcionado las presas de laminación situadas en Valencia y en Murcia, que «acumulan los volúmenes de agua para reducir los caudales aguas abajo y reducir los daños por inundación».
De esta forma, los expertos creen que, de haberse ejecutado obras las públicas necesarias, la situación consecuencia de esta virulenta DANA no hubiesen sido las mismas. Urgen, por tanto, a la clase política, a llevar a cabo las inversiones necesarias para desarrollar este tipo de infraestructuras y que una tragedia como esa