El ser humano monopoliza «más del 50 %» del agua dulce disponible
El sector agrícola consume más del 70 % del agua en España, pero también lidera en eficiencia gracias a un plan de modernización iniciado en el año 2000
El agua dulce, esencial para la vida, es uno de los recursos más limitados y desigualmente distribuidos. Representa solo el 2,5 % del agua terrestre, pero menos del 1 % es accesible para el uso humano. Principalmente destinada a la agricultura (70 %), su disponibilidad enfrenta amenazas como el cambio climático, la contaminación y la gestión ineficaz. Además, millones de personas carecen de acceso a agua potable. Una gestión equilibrada es clave para garantizar su sostenibilidad, proteger ecosistemas y atender las crecientes necesidades humanas.
La Fundación de Ciencias de la Salud inauguró hace unos años un ciclo de conferencias titulado 'Significado de la Ciencia y Tecnología en las Sociedades Democráticas', que este mes se ha centrado en el tema del agua y la sostenibilidad. El encuentro fue moderado por el profesor José M. Mato, patrono de la Fundación, y contó con la participación de Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del CSIC en Barcelona; Elías Fereres, catedrático emérito de la Universidad de Córdoba y académico de la Real Academia de Ingeniería; y Miguel Delibes, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana.
El profesor Mato subrayó que el propósito del encuentro era abordar la complejidad de gestionar el agua como recurso social, considerando sus múltiples usos: agrícola, industrial, doméstico y en la naturaleza. «La naturaleza necesita agua para mantener los ecosistemas, y equilibrar estas demandas es un desafío que exige una gobernanza eficaz del recurso», destacó.
Miguel Delibes señaló que el agua dulce es un recurso escaso y vital para la vida, pero gran parte de ella es salada o congelada y no apta para el consumo. «El ser humano monopoliza más del 50 % del agua dulce disponible, lo que genera una competencia feroz y amenaza a los ecosistemas húmedos, como los humedales. A lo largo del siglo XX, hemos perdido cerca del 70 % de los humedales a nivel global, lo que implica la extinción de numerosas especies de peces y moluscos de agua dulce. Doñana es uno de esos humedales en peligro», explicó Delibes.
La eficiencia en el uso agrícola del agua
Elías Fereres destacó que el sector agrícola consume más del 70 % del agua en España, pero también lidera en eficiencia gracias a un plan de modernización iniciado en el año 2000. Este programa permitió renovar infraestructuras, reducir pérdidas y adoptar técnicas avanzadas de riego, como el riego por goteo, especialmente en cultivos arbóreos como el olivar. Actualmente, más del 70% de las 3,8 millones de hectáreas de riego en España se han modernizado. Fereres advirtió, sin embargo, que para garantizar la sostenibilidad del regadío, es necesario limitar su expansión, controlar la salinidad en las regiones áridas y generalizar el uso del riego deficitario.
El cambio climático exacerba problemas como sequías e inundaciones, que afectan tanto la disponibilidad como la calidad del agua. Según Ethel Eljarrat, las sequías concentran contaminantes al reducir los caudales, mientras que las inundaciones movilizan sedimentos que contienen sustancias prohibidas desde hace años, reintroduciéndolas en el medio ambiente.
Eljarrat también destacó el impacto de los pesticidas, que contaminan el agua y afectan a la fauna y flora acuáticas. «Los pesticidas hidrofóbicos, por ejemplo, tienden a acumularse en organismos vivos, lo que puede provocar daños en la salud y problemas reproductivos. Un caso conocido es el del DDT, que afectó la reproducción de aves al debilitar la cáscara de sus huevos», explicó.
Microplásticos: un reto creciente
Otro desafío destacado fue la contaminación por microplásticos, presentes en actividades cotidianas como lavar ropa o usar productos de higiene y limpieza. Eljarrat abogó por prohibir su uso en materiales como pastas dentales y detergentes, al igual que ya se hizo en cosméticos en la Unión Europea. Además, señaló que reducir el consumo de plásticos y mejorar el uso de pesticidas podría mitigar el impacto en las masas de agua.
La sesión completa del encuentro «Significado de la Ciencia y Tecnología en las Sociedades Democráticas: Agua y Sostenibilidad» está disponible en el enlace proporcionado.