
Parque de baterías en Escocia
Escocia apuesta por el futuro verde con la mayor batería de almacenamiento de energía de Europa
La instalación evitará la emisión de aproximadamente 2,6 millones de toneladas de CO₂ al integrar una mayor cantidad de energía eólica en la red de transmisión
Uno de los grandes inconvenientes de las energías renovables es la incapacidad de acumular su energía. Por ello, los diferentes países buscan alojar en sus territorios parques de baterías que puedan ser alimentadas mediante energía solar o eólica y poder así aprovechar esta fuente.
Por ello, Reino Unido ha dado un paso significativo en su transición hacia la energía limpia con la puesta en operación de la planta de baterías de Blackhillock, en Escocia, considerada la más grande de Europa. El proyecto, liderado por Zenobē, principal operador de baterías a gran escala en la red de transmisión de Gran Bretaña, busca optimizar el uso de energías renovables y mejorar la estabilidad de la red eléctrica nacional.
La instalación se desarrollará en dos fases. La primera, que ya ha comenzado a operar, cuenta con una capacidad de 200 MW. En 2026, se añadirán 100 MW adicionales, alcanzando una capacidad total de 300 MW/600 MWh. Esto permitirá abastecer de electricidad a más de 3,1 millones de hogares durante una hora, lo que supera el número total de viviendas en Escocia.
Un proyecto estratégico para la red eléctrica
Ubicado entre Inverness y Aberdeen, el emplazamiento de Blackhillock ha sido cuidadosamente seleccionado para reducir la congestión en la red eléctrica generada por parques eólicos como Viking (443 MW), Moray East (950 MW) y Beatrice (588 MW). Esta infraestructura permitirá almacenar energía renovable que de otro modo se desperdiciaría, lo que contribuye a la meta del Gobierno del Reino Unido de lograr una red eléctrica con cero emisiones netas para 2030.El almacenamiento de baterías juega un papel clave en esta transición energética. Según el plan Clean Power 2030 del Gobierno británico, se necesitan al menos 22GW de capacidad de almacenamiento para garantizar un suministro eléctrico estable y fiable. Con el crecimiento del uso de energías renovables como la solar y la eólica, proyectos como Blackhillock permiten almacenar el exceso de generación y utilizarlo cuando la demanda sea mayor.
Además de ser el mayor sitio de baterías en Europa, Blackhillock se distingue por ser el primero en el mundo en proporcionar servicios de estabilidad a la Red Nacional de Energía (NESO). Para ello, se ha implementado la tecnología Quantum de almacenamiento de energía de Wärtsilä, junto con la plataforma digital GEMS y los inversores SMA, que forman una red eléctrica más resiliente y con alta calidad de suministro.
Impacto medioambiental
La incorporación de esta tecnología puntera mejorará la estabilidad del sistema energético renovable del Reino Unido y contribuirá a la reducción de los costos energéticos para los consumidores. Se estima que Blackhillock permitirá un ahorro de más de 170 millones de libras en los próximos 15 años. Además, evitará la emisión de aproximadamente 2,6 millones de toneladas de CO₂ al integrar una mayor cantidad de energía eólica en la red de transmisión.
James Basden, cofundador de Zenobē, destacó la importancia de este hito en la transición hacia la energía renovable en el Reino Unido: «Hoy es un día crucial en el camino hacia la energía limpia en Gran Bretaña, ya que agregamos más del 30 % a la capacidad de almacenamiento en baterías operativa en Escocia. Esta instalación también marca un precedente mundial al ser el primer sistema de baterías conectado a la red de transmisión que ofrece servicios de estabilidad, asegurando un suministro eléctrico confiable y asequible.»
Por su parte, Fintan Slye, director ejecutivo de NESO, resaltó la relevancia de este avance para el futuro del sistema energético británico: «La entrega de esta batería de formación de red por parte de Zenobē es un logro clave en nuestra ambición de operar la red eléctrica de Gran Bretaña sin emisiones de carbono para 2025. El almacenamiento en baterías será fundamental para garantizar la confiabilidad y accesibilidad de nuestra red, y su combinación con tecnologías avanzadas permitirá una mayor resiliencia hacia una red netamente cero».
Finalmente, el ministro de Energía, Michael Shanks, señaló que el proyecto es un paso crucial en la estrategia del Reino Unido para consolidarse como una superpotencia en energía limpia. «Cada turbina eólica instalada, cada panel solar colocado y cada batería construida nos acerca a la independencia energética y protege a las familias de futuras crisis energéticas», afirmó. Con iniciativas como la planta de Blackhillock, el Reino Unido refuerza su compromiso con un sistema energético sostenible, asegurando un suministro eficiente, estable y cada vez más limpio para sus ciudadanos.