Denuncian a Google en tres países de la UE por difundir datos de los usuarios de pulseras Fitbit
La empresa podría haber violado la legislación de protección de datos europea
El gigante de internet podría haber violado la legislación de protección de datos europea. La empresa Google ha sido demandada en Europa por violar la privacidad de los usuarios de las pulseras de actividad inteligentes Fitbit, que podría haber compartido datos personales sin consentimiento.
El grupo activista None Of Your Bussiness (Noyb) presentó este pasado jueves tres demandas simultáneas en Italia, Austria y Países Bajos contra Fitbit, propiedad de Google, alegando que se habría violado el régimen de privacidad del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea.
No es la primera vez que este grupo, fundado por el activista de la privacidad Max Schrems presenta una demanda contra una tecnológica como Google, pues lo ha hecho en centenares de ocasiones con esta y otras compañías como Alphabet Inc. o Meta, por violaciones de la privacidad, algunas de las cuales han desembocado en importantes multas.
Fitbit
Fitbit es una pulsera inteligente que cuenta con un monitor de frecuencia cardíaca, la capacidad de rastrear el ritmo, la distancia y la elevación con el GPS y otra gran cantidad de información relacionada con la salud de las personas que la utilizan.
Según ha explicado Noyb, Fitbit obliga a sus usuarios a consentir la transferencia de datos fuera de la Unión Europea, y no ofrece la posibilidad de retirar el consentimiento, lo que violaría los requisitos del RGPD.
«Dado que la compañía recopila los datos de salud más sensibles, es sorprendente que ni siquiera intente explicar el uso que hace de esos datos, como exige la ley», explicaba Bernardo Armentano, abogado de protección de datos de Noyb.
Las multas a las que podría enfrentarse Google
Las multas por infringir las reglas del RGPD pueden alcanzar hasta el 4 % de los ingresos anuales globales de una empresa. Los ingresos anuales de Google fueron de 280 mil millones de dólares en 2022.
El grupo activista defiende que es necesario obligar a Fitbit a compartir toda la información obligatoria sobre la transferencia de datos con sus usuarios y permitirles usar su aplicación sin tener que dar consentimiento a las transferencias.