Los moderadores de TikTok se ponen en huelga por la eliminación del teletrabajo
El sindicato ha acusado a Majorel, encargada de gestionar los comentarios, de llevar a cabo «una sofisticada estrategia de desgaste psicológico» contra los trabajadores
Los trabajadores de Majorel Barcelona, empresa encargada de gestionar la moderación de la plataforma TikTok, han anunciado una huelga indefinida tras el anuncio de la compañía de eliminar el teletrabajo.
Según un comunicado publicado por el sindicato Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT), convocantes de los paros, tras tres años de teletrabajo la plantilla ha sido requerida «súbitamente» para que vuelva a la oficina el 100 % de la jornada.
La empresa ha permitido que una parte de los equipos trabaje todavía el 50 % de la jornada en teletrabajo, pero ha anunciado que irá haciendo volver a todos los equipos a la oficina. Según denuncia el sindicato, la empresa «pretende hacer asumir los costes económicos y vitales de la vuelta al trabajo presencial» tras «un largo historial de impagos, irregularidades en los contratos y horarios mortificantes».
«La vuelta forzada a la oficina supone una alteración dramática de las condiciones de vida y de trabajo de la plantilla: el coste del transporte, el coste de la comida, la insuficiencia de recursos en la oficina, el tiempo de ir y volver, la insuficiencia del transporte a determinadas horas y la imposibilidad de conciliar la vida familiar», añade.
Los representantes de los trabajadores exigen que se garantice que el 30 % de la plantilla en situación de conciliación tengan teletrabajo al 100 %; un modelo híbrido para el 70 % restante, con máximo de nueve días trimestrales en la oficina; garantías de estabilidad de la situación de teletrabajo voluntario; un plus de 20 euros por día en la oficina, por el incremento de costes y gastos; la reducción de jornada en oficina sin reducción salarial o la ampliación del descanso para comer; el inicio flexible de la jornada; y la regularización de los contratos de ETT.
Los moderadores denuncian que el contenido visionado «ocasiona daños psicológicos a causa de las cotas de violencia que puede alcanzar» y que la empresa «no compensa económicamente ni previene adecuadamente los riesgos laborales asociados».
«Guerra psicológica»
El sindicato ha acusado a Majorel de llevar a cabo «una sofisticada estrategia de desgaste psicológico» con el objetivo de «mantener una plantilla con poca antigüedad, quemando a los trabajadores para evitar que se mantengan en sus puestos de trabajo y ahorrarse así las indemnizaciones por despido».
«La terapia de choque aplicada con la imposición del trabajo presencial ya ha causado una nueva catarata de bajas médicas y renuncias ante la que los trabajadores organizados han decidido poner pie en pared y dejar claro a la empresa que están decididos a evitar que continúe esta estrategia de la empresa», concluye.