La atroz historia de la Criptoreina que podría estar descuartizada en el mar Jónico

Se llama Ruja Ignatova (Bulgaria, 1980) y quizá ni su cara es en 2024 la que las mayores agencias de seguridad del mundo tienen en sus archivos. «Es como una delincuente de cuello blanco combinada con una narcotraficante o una mafiosa, y elevado a la enésima potencia», así definía a Ruja Ignatova el agente que inició la investigación de esta gran estafadora.

Ignatova es conocida como la «Criptoreina». Fundadora de OneCoin, un supuesto y revolucionario esquema de criptomonedas con el que prometió a millones de personas de todo el mundo la oportunidad de disponer de riqueza ilimitada. Sin embargo, un buen día de 2017 desapareció sin dejar rastro y dejó tras muchas preguntas y un reguero de millones de dólares perdidos.

Estados Unidos puso precio a la cabeza de Ruja Ignatova: 5 millones de dólares

Las autoridades estadounidenses incrementaron el pasado miércoles a cinco millones de dólares la recompensa para la captura Ruja Ignatova y la acusa de participar en uno de los mayores fraudes globales de la historia.

En 2022, había sido incluida en la lista de los 10 fugitivos más buscados por el FBI con una recompensa inicial de 100.000 dólares por su captura.

Los inicios de la Criptoreina

Ruja Ignatova, nació en Bulgaria, se presentó al mundo como una mujer de negocios carismática y visionaria. Lo habitual en estos perfiles de personas que con mucha labia y poco fondo. Con un doctorado en derecho de la Universidad de Oxford y experiencia en consultoría financiera, su perfil parecía inmaculado. En 2014, lanzó OneCoin con la promesa de superar a Bitcoin y democratizar el acceso a la riqueza digital.

OneCoin fue promovida como una supercriptomoneda, pero a diferencia de Bitcoin, que opera en una blockchain pública y verificable, OneCoin no tenía una blockchain transparente. Esto no impidió que Ignatova y su equipo convencieran a millones de personas en todo el mundo para invertir, aprovechando conferencias con una espectacular puesta en escena y testimonios de éxito que adornaban sus presentaciones.

Ignatova puso en marcha grandiosos eventos en vivo, donde era recibida como una estrella de rock

El marketing de OneCoin fue magistral. Ignatova puso en marcha grandiosos eventos en vivo, donde era recibida como una estrella de rock. Prometía retornos de inversión astronómicos y una revolución financiera. Con una habilidad impresionante para combinar términos técnicos con una narrativa adictiva, logró construir una red de seguidores leales y ávidos inversores que no dudaron en entregarle su dinero.

Las dudas sobre OneCoin

En 2016, OneCoin había atraído a más de tres millones de inversores en 175 países, recaudando aproximadamente 4.000 millones de dólares. Sin embargo, las alarmas saltaron cuando los expertos en criptomonedas y los reguladores financieros comenzaron a investigar la estructura de OneCoin y se dieron cuenta de su opacidad. Las autoridades de varios países emitieron avisos sobre su legalidad y los posibles riesgos de inversión.

En octubre de 2017, en medio de varios investigaciones abiertas y la presión de las autoridades internacionales, Ruja Ignatova desapareció. Se esperaba su vuelta en una conferencia en Lisboa, pero nunca llegó. Desde entonces, sigue en paradero desconocido y Estados Unidos ha subido la recompensa a quien tenga alguna pista sobre su paradero. La última vez que se le vio fue en un vuelo desde Sofía (Bulgaria) hacia Atenas (Grecia). Se especula que podría haber recibido ayuda de contactos influyentes y poderosos para evadir la justicia.

En septiembre de 2023, un tribunal de Nueva York condenó a 20 años de prisión por «fraude masivo» a otro fundador de OneCoin, Karl Sebastian Greenwood.

Los inversores, muchos de los cuales habían entregado los ahorros de toda la vida, se quedaron con las manos vacías

Los inversores, muchos de los cuales habían entregado los ahorros de toda la vida, se quedaron con las manos vacías, sin respuestas y sin que las autoridades pudieran hacer nada por ellos. Las policías de varios países siguen persiguiendo a los colaboradores de Ignatova y han logrado desmantelar las operaciones de OneCoin, aunque el daño a los inversores ya no tiene vuelta atrás porque el dinero nunca ha aparecido. Tampoco se espera recuperarlo una vez que entra en las redes de las criptomonedas y las cadenas de bloques lo convierten en irrastreable.

Sigue la búsqueda

Interpol y el FBI han emitido alertas y recompensas para obtener información que conduzca a su captura. Sin embargo, hasta la fecha, Ruja Ignatova ha logrado evadir todas las tentativas de arresto. Se rumorea que podría estar en cualquier parte del mundo, viviendo bajo identidades falsas y con acceso a vastos recursos financieros.

Para poner más misterio en todo lo que rodea a Ignatova, el FBI ha advertido que cree que viaja «con guardas armados» y que puede haber recurrido a cirugía plástica para alterar su aspecto.

La BBC ha analizado los estrechos vínculos de esta mujer con un presunto jefe del crimen organizado búlgaro

Otras teorías aseguran que Ignatova está muerta. La BBC ha analizado los estrechos vínculos de esta mujer con un presunto jefe del crimen organizado búlgaro y las informaciones que señalan que fue brutalmente asesinada. Richard Reinhardt el agente que inició la investigación junto al FBI señala a Hristoforos Nikos Amanatidis, conocido como «Taki», el mayor traficante de drogas de Bulgaria.

Taki, el fantasma

«Taki es un fantasma. Nunca lo verás. Solo escuchas hablar de él. Te habla a través de otras personas. Y si no escuchas, simplemente desapareces de la Tierra». Así definen las autoridades a este oscuro personaje al que posiblemente Ignatova pagaba 100.000 euros al mes por protegerla.

Pero la relación entre los dos pudo haber saltado por los aires según unos informes encontrados en Bulgaria tras el asesinato de un policía en el que se detallaba haber escuchado al cuñado de «Taki» decir borracho que Ignatova había sido asesinada por orden del propio «Taki» a finales de 2018, y su cuerpo descuartizado y arrojado desde un yate al mar Jónico.