Marzo
En lo cinegético, el mundo se para casi por completo. Todo queda reducido a algunos afortunados que, en Andalucía, pueden sacar los perros en las gaditanas batidas de corzos, y a algún permiso puntual por daños

Marzo
No es lo mismo montear en octubre que hacerlo en enero, como no es igual la perrera en marzo que en agosto. Cada momento tiene sus particularidades. Tomando este mes como inicio y febrero como final de este repaso al año de la rehala, veremos que cada mes es distinto y tiene su encanto. Que siempre hay cosas nuevas que hacer.
Marzo es un poco triste. Febrerillo el loco nos ha dejado atisbos de que la primavera estaba al caer, pero no. Al invierno no se lo come el lobo, y sus últimos coletazos pueden ser violentos. En lo cinegético, el mundo se para casi por completo. Todo queda reducido a algunos afortunados que, en Andalucía, pueden sacar los perros en las gaditanas batidas de corzos, y a algún permiso puntual por daños.
La tensión nos habría permitido seguir por siempre, pero cuando paras, te das cuenta de que estás agotado
La paz y el sosiego se adueñan de las sierras. Merecido descanso para las reses montunas. Es época de cría para los cochinos y de desmogue en venados y gamos… A nosotros también nos hace falta descanso. La tensión nos habría permitido seguir por siempre, pero cuando paras, te das cuenta de que estás agotado. Los madrugones y kilómetros al final pesan.
Para mí, marzo se cierra en dos: clausura y apertura. Para empezar, primero hay que terminar. Rematar lo pendiente y, de paso, dejar preparada la próxima temporada. Luego ya seguimos con muchos e ilusionantes planes.Lo inmediato y principal es recuperarnos todos. A los perros, tras la temporada, hay que cuidarlos con mucho mimo. Alimentación, abrigo y tratamientos veterinarios, si corresponde. Descanso, comodidad… Y todas las horas de patio y sol que este mes nos regale. Por nuestra parte, quietud y, sobre todo, estar con las personas que queremos estar y a quienes durante la temporada no hemos dedicado todo el tiempo que merecen. Lo más importante.
También es momento de reparaciones: aperos, instalaciones y demás cosas que lo requieran. Durante el frenesí de los pasados meses, todo quedó relegado a lo urgente, pero debemos retomar aquello importante que quedó aparcado.
El vehículo requiere de atención principal. Si lo dejamos revisado, en octubre solo tendremos que hacer una puesta a punto. En las perreras habrá que arreglar todo lo que el uso de la temporada deterioró, así como revisar y planificar si, cuando venga el buen tiempo, toca retechar, pintar o arreglar la malla.
Continuamos con los achiperres. Primero, los avíos de los perros. Tras quitar los collares de montear, hay que limpiarlos, desinfectarlos y guardarlos. Hacemos igual con los chalecos de protección. Y quien utilice collares de localización, tendrá que reparar el que falla o reponer el que se rompió. Luego, nuestros enseres. Revisar el cuchillo, nuestra herramienta principal en la temporada. Empezar por limpiarlo, también la funda, afilarlo y guardarlo en un lugar seguro. Todos los cueros necesitarán de jaboncillo y engrase antes del almacenaje. Limpiar y sustituir, si toca, ropa de abrigo y de agua. Al final del invierno suele haber buenas rebajas en muchas tiendas que quieren quitarse existencias, así que, si sabemos que nos hace falta, es buen momento para aprovechar ofertas. En definitiva, fijar, limpiar y dar esplendor a todo.
Otro punto clave es el botiquín. ¿Qué está caducado? ¿Qué hay que reponer? ¿Hay algo que no tengamos y que nos haga falta? Inventariar y renovar lo que corresponda para luego guardar en lugar «fresco y seco», como nos indican los prospectos.
Y está también la parte administrativa. Ordenar y archivar papeles, que cada vez son más, actualizar cartillas, libro de registro... Hagámoslo ahora que lo tenemos todo fresco. Y de esta manera, sin darnos cuenta, hemos echado el mes abajo. Ahora toca empezar. Quizá sea este uno de los momentos más ilusionantes de todo el año: la planificación.
Cruces y camadas. Te sientas, observas a los perros en el patio y divagas. ¿A quién cruzar con quién? La imaginación vuela. ¿Cómo serán los cachorros? Es muy divertido y, antes o después, se enciende la bombilla. Sabemos, más o menos, cuándo saldrán en celo las perras, por lo que tenemos que estar preparados y evitar la improvisación. Buscamos a los mejores candidatos en base a lo que queremos conseguir. Siempre hay capacidad de mejora. Debemos evitar caer en la autocomplacencia. Es el principio del declive. También tocará jubilar al veterano que ya no está para cazar, pero al que le espera una muy buena vida en la perrera como semental.
Otra de las tareas es ver qué pienso nos queda y calcular cuánto y cuándo pedir. Habrá que terminar el de alta energía para luego dar de mantenimiento y tener para los cachorros. Sin prisa, es buen momento para buscar buenos precios. Lo mismo pasa con los productos veterinarios y fitosanitarios y, así, estar preparados para el verano.
Es un mes raro. Pasas de la pena a la alegría. Pasas de recordar los buenos momentos recién pasados a enredar, lo que siempre es muy divertido. Pasas a llenarte de ilusión. Y ya es para nota si consigues organizar una comida con amigos y compañeros de fatiga, que el buen tiempo nos dispersa y eso de verse solo en temporada está muy mal.
- Diego Gómez-Arroyo Oriol es perrero