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08 de septiembre de 2024

Volcán Mauna Loa durante la erupción de 1984

Volcán Mauna Loa durante la erupción de 1984Wikipedia

Activan la alerta amarilla del volcán más grande del mundo por el aumento de su actividad

Desde su primera erupción bien documentada en 1843, el volcán ha entrado en erupción 33 veces con intervalos entre erupciones que van desde meses hasta décadas

A mediados de septiembre los científicos vulcanólogos se percataron de que el volcán más grande del mundo, Mauna Loa, ubicado en Hawái, comenzó a emitir cierta actividad en su interior. A pesar de la continua incertidumbre, el Servicio de Parques Nacionales –que realiza un seguimiento 24 horas–, ha informado que «no está en erupción y no hay señales de una erupción inminente en este momento».

Según han comunicado, los datos de seguimiento no muestran cambios significativos en las últimas 24 horas. El pasado martes se registraron 47 pequeños terremotos bajo la caldera de esta formación, por lo que activaron la alerta amarilla, aún vigente. Este miércoles, Mauna Loa continúa en un estado de gran inquietud, como lo indica el aumento de la actividad sísmica y la inflación de la cumbre.

Desde el Servicio de Parques Naturales han explicado que «Mauna Loa es el volcán activo más grande de nuestro planeta y cubre la mitad de la isla de Hawái. Las erupciones tienden a producir flujos de lava voluminosos y rápidos que pueden afectar a las comunidades en los lados este y oeste de la isla». Este fenómeno se produce aproximadamente cada seis años y comienza en la cima y, de minutos a meses después del inicio de la erupción, puede migrar a la zona del Rift del noreste o suroeste, o a los respiraderos radiales en el flanco norte.

Desde su primera erupción bien documentada en 1843, el volcán ha entrado en erupción 33 veces con intervalos entre erupciones que van desde meses hasta décadas. Mauna Loa entró en erupción por última vez en 1984.

Los últimos terremotos se han producido a una profundidad de dos-cinco kilómetros bajo la caldera de Mokuʻāweoweo y a 6-8 kilómetros bajo la elevación superior del flanco noroeste de Mauna Loa. Además, los pequeños terremotos se han producido a una magnitud por debajo de 3.0.

Para medir la inflación de la cumbre y los flancos de Manua Loa están empleando GPS. No obstante, no han visto deformaciones sig nificativas desde septiembre. Además, las concentraciones de dióxido de azufre (SO 2), sulfuro de hidrógeno (H 2 S) y dióxido de carbono (CO 2), así como las temperaturas de las fumarolas, se mantienen estables en la cumbre.

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