El secreto del animal más longevo del mundo, que tiene 500 años
El más potente de sus diez ingredientes es la condroitina, explica su inventora
La reaparición del animal más longevo del mundo, un tiburón de Groenlandia de 520 años, ha reavivado el interés científico por la extraordinaria ancianidad de esta especie y del ejemplar en cuestión.
El escualo fue visto por primera vez en 2016 y sus características, o lo que se ha podido averiguar sobre ellas, han sido objeto continuado de estudio.
En este sentido, uno de los ejemplos más paradigmáticos en el plano comercial es Longenic, un suplemento antiedad elaborado por la empresa alemana Helomere GmbH.
Tal y como ha explicado a 20 Minutos la doctora Stefanie Seyda, responsable del producto, el más importante de los 10 ingredientes de Longenic es la condroitina, un derivado de la piel del tiburón de Groenlandia (de nombre científico Somniosus microcephalus). Los otros nueve son colágeno, extracto de cúrcuma, nicotinamida, trans-resveratrol, coenzima Q10, vitamina C, vitamina D3, zinc y glucosamina.
«La clave antienvejecimiento para los humanos del tiburón no está en ninguna otra parte de su gran cuerpo más que en su piel; se trata de un elemento activo de esa superficie. La condroitina es muy buena para la movilidad y para la flexibilidad de las articulaciones, y es una de las principales causas que convierten a este tiburón es un animal tan longevo», señala. Y añade: «En nuestros laboratorios, hemos llevado a cabo numerosos estudios mecánicos (no percibidos) que avalan el poder antiedad de esta sustancia del escualo. En 12 semanas de tratamiento con estos bebibles, vemos la manera tan espectacular en la que tanto la elasticidad como la humedad (hidratación) de la piel de las personas que lo toman mejora considerablemente».
Algunas de estas contribuciones, detalla, son la formación de cartílago y de líquido sinovial, lo que promueve el buen desarrollo y mantenimiento óseo que va menguando con la edad. Además, también reduce la inflamación y el dolor articular.
Seyda descubrió las propiedades de los tiburones de Groenlandia, una especie que puede llegar a vivir entre 250 y 500 o más años, durante un viaje en avión en el que conoció a un experto en este tipo de animales.