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Esta imagen del telescopio espacial Hubble capta un sistema de tres estrellas que puede albergar planetas potencialmente habitables

Esta imagen del telescopio espacial Hubble capta un sistema de tres estrellas que puede albergar planetas potencialmente habitablesNASA

Elaboran un nuevo modelo para calcular la vida inteligente en el universo

Este podría ayudar a los científicos a entender cómo diferentes densidades de energía oscura afectan la formación de estructuras en el Universo y las condiciones necesarias para el surgimiento de vida

Un nuevo modelo teórico busca estimar la probabilidad de que surja vida inteligente en el Universo, retomando algunas ideas de la famosa ecuación de Drake. La ecuación de Drake, formulada en la década de 1960 por el astrónomo Frank Drake, calculaba el número de civilizaciones extraterrestres detectables en nuestra galaxia, la Vía Láctea, basándose en varios parámetros relacionados con la formación de estrellas y planetas.

Ahora, más de 60 años después, un equipo de astrofísicos liderado por la Universidad de Durham ha desarrollado un enfoque diferente, centrado en cómo la expansión acelerada del Universo y la cantidad de estrellas formadas afectan las probabilidades de vida. Esta aceleración se atribuye a la energía oscura, una fuerza misteriosa que representa más de dos tercios del Universo. Las estrellas, que proporcionan las condiciones básicas para la vida como la conocemos, son un elemento esencial en el modelo, que analiza la probabilidad relativa de encontrar vida en universos con distintas propiedades.

Este nuevo estudio no intenta calcular un número absoluto de observadores o formas de vida inteligente. Más bien, explora la probabilidad de que un observador «típico» habite un universo con ciertas características, especialmente en relación con la densidad de energía oscura. La investigación concluye que la densidad de energía oscura en nuestro Universo es relativamente baja en comparación con la que tendría un «universo típico» con una densidad óptima para la vida, lo que hace de nuestro Universo un caso peculiar dentro del hipotético multiverso.

El modelo presentado examina la fracción de materia común que se convierte en estrellas, considerando diferentes densidades de energía oscura. Para un universo ideal en formación de estrellas, esta fracción es del 27 %, mientras que en nuestro Universo es del 23 %, lo que indica que no estamos en el entorno más eficiente para que la vida evolucione.

El doctor Daniele Sorini, del Instituto de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham y líder del estudio, explicó: «Comprender la energía oscura y su impacto en nuestro Universo es uno de los mayores desafíos de la cosmología y la física. Los parámetros que gobiernan el Universo, como la densidad de energía oscura, podrían explicar nuestra existencia misma. Sorprendentemente, hallamos que una densidad de energía oscura significativamente mayor también sería compatible con la vida, sugiriendo que podría no ser el Universo más favorable para la vida».

Este modelo podría ayudar a los científicos a entender cómo diferentes densidades de energía oscura afectan la formación de estructuras en el Universo y las condiciones necesarias para el surgimiento de vida. La energía oscura hace que el Universo se expanda más rápido, lo que equilibra la atracción gravitacional y permite que tanto la expansión como la formación de galaxias y estructuras ocurran de manera que se mantengan estables durante miles de millones de años, tiempo necesario para que la vida evolucione en planetas estables.

La investigación sugiere que una combinación de procesos astrofísicos, como la formación de estrellas y la evolución estructural a gran escala, interactúan de forma sutil para determinar un valor óptimo de la densidad de energía oscura que favorezca la aparición de vida inteligente.

El profesor Lucas Lombriser, coautor del estudio y profesor en la Universidad de Ginebra, señaló: «Será fascinante utilizar este modelo para estudiar la aparición de vida en otros universos hipotéticos y reconsiderar algunas de las preguntas fundamentales que planteamos sobre nuestro propio Universo».

Mientras que la ecuación de Drake sirvió más como guía conceptual que como una fórmula precisa, ya que incluía parámetros como la tasa de formación de estrellas en la Vía Láctea y la fracción de estrellas con planetas potencialmente habitables, el nuevo modelo asocia la tasa de formación estelar con los ingredientes esenciales del Universo, en particular la densidad de energía oscura. Esta perspectiva podría abrir nuevas preguntas sobre cómo el contexto cosmológico afecta la evolución de la vida y si existen universos más adecuados para albergarla.

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