
María A. Blasco en un local del CNIO
El Tribunal de Cuentas fiscalizará el CNIO en la etapa de María Blasco
La destitución de la directora se produjo después de que trabajadores del CNIO denunciaran presuntas irregularidades en la gestión de Blasco, así como casos de acoso laboral
La Comisión Mixta de Relaciones con el Tribunal de Cuentas ha dado luz verde este jueves en el Congreso a la petición del Partido Popular para que el Tribunal de Cuentas lleve a cabo una auditoría especial sobre la gestión financiera y los procesos de contratación de la Fundación Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III (CNIO) entre 2018 y 2024. Esta revisión abarca el periodo coincidente con la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez y la dirección de María Blasco al frente de la institución.
La iniciativa fue aprobada con 20 votos a favor y 14 en contra, lo que permitirá examinar las cuentas del CNIO. Durante el debate, la diputada del PP María Pilar Alía justificó la solicitud afirmando que, desde que Blasco asumió la dirección de la Fundación, se ha registrado un déficit acumulado de 4,5 millones de euros. «Desde la llegada de María Blasco a la Fundación, las cuentas no salen, las pérdidas se multiplican», afirmó Alía en su intervención.
Asimismo, la parlamentaria del PP apuntó que la gestión de Blasco se encuentra «bajo sospecha» por el supuesto desvío de fondos para fines ajenos a la investigación científica y añadió que su dirección contó «con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades».
«Han sido diez años sin fiscalización, y quizá por ello las cuentas se hayan descontrolado. Nos interesa conocer cómo se ha gestionado la contratación menor, las relaciones laborales, los salarios, los conceptos retributivos y los beneficios sociales de las distintas categorías de empleados», detalló Alía.La diputada también expresó su inquietud por el «desprestigio» que, a su juicio, ha sufrido el CNIO desde que Blasco asumió su dirección. «Nos preocupa la falta de fiscalización de sus cuentas, pues eso pudo haber facilitado la toma de decisiones arbitrarias por parte de su dirección», argumentó.
Por otro lado, fue rechazada la propuesta del PSOE de extender la auditoría a todo el periodo comprendido entre 2011 y 2024, lo que hubiera incluido el inicio y la salida de Blasco del CNIO. La iniciativa socialista obtuvo 20 votos en contra y 14 a favor.
«Por nuestra parte, no tenemos inconveniente en la propuesta de fiscalización planteada por el Grupo Popular, pero consideramos que debería abarcar desde 2011 y no solo desde 2018», manifestó la diputada del PSOE Marta Trenzano. «Somos conscientes de que los ejercicios de 2012 y 2013 ya fueron auditados, pero proponemos que se incluyan dentro del informe general que abarque desde 2011 hasta 2024», añadió Trenzano.
La destitución de Blasco y Arroyo
El pasado 29 de enero, el Patronato del CNIO decidió relevar de sus cargos a la directora científica, María Blasco, y al director gerente, Juan Arroyo, con el objetivo de «iniciar una nueva etapa» en la institución. De manera interina, el puesto de director científico fue asumido por Fernando Peláez, hasta entonces responsable del programa de Biotecnología del centro.
La destitución se produjo después de que trabajadores del CNIO denunciaran presuntas irregularidades en la gestión de Blasco, así como casos de acoso laboral. Además, la propia exdirectora había presentado una denuncia ante la Fiscalía en la que alertaba sobre «posibles irregularidades» en la contratación del centro, señalando como responsable de dichas anomalías a Juan Arroyo.
Blasco se incorporó al CNIO en 2003 como directora del Programa de Oncología Molecular y jefa del Grupo de Telómeros y Telomerasa. En 2005 fue designada vicedirectora de Investigación Básica y en junio de 2011 asumió la dirección del centro.