Bendita paciencia estrena su tercera temporada, una serie que explora la paradoja que experimentan casi todos los padres: por mucho que quieren a tus hijos, a veces tienen ganas de matarlos. Paul es un padre cariñoso que descubre que no es el hombre que pensaba que era. Su pareja, Ally, dirige un estudio de grabación, hace reír a Paul y tiene la capacidad de leerles un cuento a sus hijos mientras ella está técnicamente dormida. En esta comedia, Paul y Ally hacen malabarismos con trabajos a tiempo completo, padres que envejecen, una hipoteca, problemas en su relación y criar a sus hijos pequeños. Su enfoque realista y riguroso de lo que significa educar a chicos jóvenes hoy en día nos da justo en el hueso de la risa. Una radiografía amable de ese infierno paradisíaco que es la familia.