El mundo de Guillermo del Toro, a través de las historias de su gabinete de curiosidades

En cada uno de los ocho episodios de la serie de Netflix El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro, el cineasta encuentra, como representación de su inconfundible estilo, ocho historias basadas en las novelas de terror y misterio de Ana Lily Amirpour, Jennifer Kent, Catherine Hardwicke, Guillermo Navarro, Keith Thomas, Vincenzo Natali, David Prior y Panos Cosmatos.

Los gabinetes de curiosidades eran muebles o salas (en este caso es un mueble) de las residencias de los nobles o la burguesía europea de los siglos XVI, XVII y XVIII donde les gustaba coleccionar y exponer objetos exóticos de otros mundos que podían pertenecer a la historia natural, a la geología, etnografía o la arqueología.

Guillermo del Toro aparece en traje al principio de cada episodio, en un espacio oscuro en el que simplemente se le ilumina a él y al elegante y recargado gabinete de curiosidades, lleno de cajones y niveles que en este caso, lejos de estar repleto de esos objetos, está lleno de otros que simbolizan los pensamientos más oscuros y los miedos más oscuros de la mente con los que, de primeras, consigue embaucar al espectador.

El cineasta pone en contexto a través de una pequeña introducción a la historia que va a seguir, sus palabras siempre están cargadas de un sutil misterio que parecen anticipar que cada historia parece encerrar una moraleja que los personajes aprenderán través del terror de su propia experiencia. Antes de comenzar cada historia, sacará de una parte del gabinete una figura relacionada con la trama que colocará sobre una mesilla y será lo último que se verá antes de que empiece el episodio.

Algunos episodios, en particular los que están basados en las novelas de escritoras, distan más argumentalmente del estilo de Guillermo del Toro, como El murmullo (Jennifer Kent), Sueños en la casa de la bruja (Catherine Hardwicke) y La apariencia (Ana Lily Amirpour), en los que podemos ver una trama que esconde una moraleja más orientada a la introspección, la familia, los sentimientos y los estándares sobre la apariencia de las mujeres, la industria de la belleza y la cosmética.

Frente a ellos, hay otras tramas que se centran en aspectos menos privados. Ratas de cementerio, de Vicenzo Natali, critica la avaricia y la codicia a través del recurrente recurso de Guillermo del Toro; La inspección, de Panos Cosmatos, pone en evidencia la opulencia y el deseo de poder; La autopsia, de David Prior, critica claramente la soberbia sin hacer una distinción entre seres humanos o extraterrestres; Lote 36, de Guillermo Navarro, narra una historia que critica la xenofobia a través de la aparición de una mujer mexicana; y El modelo, de Keith Thomas, hace alusión a los celos y el resentimiento.

El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro es una serie para los amantes de historias de época con un halo de romanticismo, terror, misterio y fantasía, acompañadas como siempre de las características criaturas y atmósferas de Guillermo del Toro.