Cine
La inteligencia artificial no respeta a los muertos: la hija de Robin Williams teme que roben la voz a su padre
«He sido testigo durante años de cómo quieren entrenar estos modelos para recrear a actores que no pueden dar su consentimiento, como papá», denuncia su hija Zelda
La imagen de Tom Hanks ha aparecido estos días en el anuncio de una compañía de seguros dentales. El actor no ha cobrado nada por figurar en esa campaña de publicidad. ¿Es un gesto altruista del actor? Esta vez, no. Se trata de un engaño. Tom Hanks ha denunciado, por medio de un mensaje publicado en sus redes sociales, que la Inteligencia Artificial ha usado su imagen sin que él diese su consentimiento.
Apenas hay unas horas de diferencia entre la denuncia de Tom Hanks y la realizada por Zelda Williams, también a través de las redes sociales. Zelda Williams es actriz y, en consonancia con el Sindicato de Actores y el Sindicatos Guionistas y su huelga contra los estudios, lucha por un mayor control sobre la Inteligencia Artificial para proteger tanto a los actores como a los guionistas. A los del presente y a los del futuro, pero también a los del pasado. Porque Zelda Williams es hija de un gran actor que nos dejó en agosto de 2014: Robin Williams. Y hasta a él, y a otros actores que ya no están entre nosotros, alcanza la invasión de la Inteligencia Artificial.
«No soy una voz imparcial en la lucha del SAG (Sindicato de Actores) contra la IA. He sido testigo durante años de cuántas personas quieren entrenar a estos modelos para crear o recrear actores que no pueden dar su consentimiento, como papá. Esto no es algo teórico, es muy, muy real», explica Zelda Williams.
«Me han dicho que la gente utiliza la IA para que su 'voz' diga lo que ellos quieran y, aunque personalmente lo encuentro inquietante, las ramificaciones van mucho más allá de mis propios sentimientos», añade la actriz, que considera que «los actores vivos merecen la oportunidad de crear personajes con sus elecciones, dar voz a los dibujos animados, poner su esfuerzo y tiempo humano en realizar su actuación». Los actores vivos merecen un respeto, pero también –más aún– los actores que ya no lo están y que no pueden defenderse de los excesos de la Inteligencia Artificial.
«Estas recreaciones son, en el mejor de los casos, un pobre facsímil de personas más grande pero, en el peor de los casos, un horrendo monstruo frankensteiniano, improvisado a partir de lo peor de todo lo que es esta industria, en lugar de lo que debería representar», concluye Zelda Williams.
Está previsto que la voz de Robin Williams aparezca en el cortometraje Once Upon a Studio, que forma parte de las celebraciones de los 100 años de Disney que se cumplirán el próximo 16 de octubre. La voz de Robin Williams, que dobló al genio de la película Aladdín, de 1992, correspondería a material grabado por el actor que no llegó a ser utilizado, y no a una recreación realizada con Inteligencia Artificial.