Dave Filoni, el hombre que ha salvado a Star Wars del simplismo 'woke'

Lo que empezó siendo una saga de tres películas de ciencia ficción ha terminado por conformar todo un universo que no deja de expandirse al calor de su rendimiento comercial. La compra por parte de Disney de los derechos de Star Wars sirvió para potenciar este modelo de crecimiento, pero ha provocado problemas por cuestiones de calidad, cantidad e ideologización.

El gran borrón de esta nueva etapa lo compone la trilogía de películas que continuaron con la historia del Imperio y la Rebelión más allá de la derrota de Darth Vader y los suyos. Tres cintas protagonizadas por una mujer en las que ni el personaje principal ni muchos de sus secundarios llegaron a acercarse a otros héroes y villanos de lo que en España se conoció como La guerra de las galaxias.

Además, las películas se vieron aderezadas con muchos elementos de la cultura woke. El mensaje moral o político se impuso a la propia historia y el orden de los factores sí alteró el producto. El interés por mostrar a mujeres empoderadas convirtió a heroínas como Rey en figuras planas y sin desarrollo más allá de giros algo forzados. Star Wars se olvidó de uno de los pilares de una buena narración: el viaje del héroe.

Comenzando por Ulises y su Odisea y siguiendo por un sendero que nos puede llevar hasta Frodo Bolsón y su anillo, la historia de la Literatura se sostiene sobre un esquema que convierte a un hombre más o menos corriente en una figura reconocida y reconocible, sufriendo por el camino un proceso que requiere de sacrificio, aprendizaje y mejora. Si nuestro héroe, o heroína, es perfecto desde los primeros compases de la acción, la aventura pierde en interés.

El acierto de Filoni

Dave Filoni, director y productor de series como Clone Wars, Rebels o El Mandaloriano, se ha convertido en tabla de salvación para la esencia de Star Wars. Su pasión por el universo creado por George Lucas le ha permitido crear algunos de los productos de mayor calidad de todo el ciclo. Con Ahsoka, última serie estrenada en Disney+, el éxito es rotundo.

La historia se centra en la que fuera aprendiz de Anakin Skywalker antes de su caída al Lado Oscuro. Esta jedi, desconocida para todos aquellos que no sigan las expansiones de las trilogías cinematográficas, dejará la Orden y optará por un camino propio. La serie se entronca con otros productos de Filoni y se sostiene mayoritariamente en personajes femeninos.

Sin embargo, el director de Ahsoka no se ha dejado llevar por el simplismo woke que liga «empoderamiento» de la mujer con perfección absoluta. Dave Filoni desarrolla a sus criaturas con el esquema del viaje del héroe como punto de partida. Esta heroína, y la aprendiz que la acompañan, fallan, se equivocan y aprenden del error; avanzan juntas, luchan, se sacrifican y hasta son derrotadas. Es tal la adecuación al canon literario que hasta encontramos un «descenso a los Infiernos» al estilo del que realizan Ulises o Eneas en la épica grecolatina.

Solo después de ese camino el héroe se presenta en todo su potencial. En el caso de la nueva serie de Star Wars la cuestión queda abierta a próximas temporadas, pero marca una tendencia diferente a la que comprobamos en productos como Kenobi, en los que la 'cuota woke' restó calidad al conjunto.