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08 de septiembre de 2024

Fotograma de 'Padre no hay más que uno 4: Campanas de boda'

Fotograma de 'Padre no hay más que uno 4: Campanas de boda'

Cine

'Padre no hay más que uno 4: Campanas de boda': cine familiar de calidad para el verano

Un nuevo capítulo de esta simpática propuesta familiar

Nueva entrega de la saga familiar encabezada por Javier (Santiago Segura) y Marisa (Toni Acosta) en la que, tras veinte años casados, Javier le quiere dar una sorpresa a Marisa, pero los líos de casa lo complicarán todo un poco: Sara, la hija mayor, cumple 18 primaveras y acepta la proposición de matrimonio de su novio; Rocío triunfa como actriz de publicidad; Sirena, destronada hace años, se muestra celosa de su hermana pequeña; Carlota invita a cenar a casa a los padres del chico que le gusta…

Pero la cosa no queda ahí: Carlos no para de hacerse preguntas existenciales sobre el origen y el fin último de la vida. ¿Será superdotado? En el colegio le quieren hacer unas pruebas al niño para dilucidar si es así y la mamá chismosa del centro no para de trajinar para que también se las hagan al simple de su hijo. Además, el consuegro quiere casarse con la consuegra, y esta quiere bautizar al bebé de la familia. En fin, que no hay un segundo de descanso ni en casa ni fuera de ella.

Alocada y divertida nueva entrega de la familia que arranca más de una risa. Se trata de una historia entretenida, de excelente ritmo y una duración estupenda. Todo está pensado para hacer de la película un producto veraniego fresco, divertido y de obligatoria cita. A pesar de la multiplicación de enredos, situaciones y personajes, se sigue sin complicaciones.

El guion y las interpretaciones son estupendas, los niños van ganando fuerza con los años y sus salidas no dejan de sorprender y divertir constantemente. Los gags y bromas se reparten a diestro y siniestro, aquí no se libra nadie, ni el cura. Así que la idea es reírse con y de todos. Y la película lo consigue en muchos momentos, aunque el cierre, sin duda sorprendente, no llega a la altura.

Padre no hay más que uno 4

Santiago Segura apuesta por un cine familiar de calidad, cosa de agradecer ahora que la diversificación de la ficción y las plataformas han llenado las pantallas con historias complicadas, oscuras y adultas a las que, por cierto, los menores tienen fácil y permanente acceso. Precisamente por esa dificultad de encontrar ficciones familiares es de agradecer una película como Padre no hay más que uno 4: amable, divertida, maravillosamente realizada y que deja con un estupendo sabor de boca. Santiago Segura y sus guionistas, Marta González de la Vega y Juan Vera, consiguen un enredo muy juguetón sacando punta de forma magistral a situaciones cotidianas sencillas y disparatadas.

Una estupenda apuesta para reírse y disfrutar en familia este verano. Esa es precisamente la intención del director, quien asegura que le encanta entretener y que la gente por un rato se olvide de todo y acabe con una sonrisa en los labios.

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