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Luca Zingaretti, en la Fiesta del Cine de Roma

Luca Zingaretti, en la Fiesta del Cine de RomaGTRES

Cine

El comisario Montalbano debuta como director

Luca Zingaretti, protagonista de la famosa serie de televisión, ha presentado su primera película como realizador en la Fiesta del Cine de Roma

El comisario Montalbano, en realidad el actor Luca Zingaretti, debuta como director con un filme correcto, bien contado e interpretado pero que no tiene más ambición que esa, una impresión que podría extenderse a casi la totalidad de la producción italiana vista en esta 19ª Fiesta del Cine de Roma.

La casa degli sguardi está inspirada en una novela homónima de Daniele Mencarelli, adaptada por el mismo Zingaretti, Gloria Malatesta y Stefano Rulli y cuenta la historia de un adolescente que a la muerte de su madre entra en desintegración emocional pero es salvado al entrar como empleado de la limpieza en un hospital romano, integrándose con su equipo de trabajo.

Gianmarco Franchini confirma sus dotes de intérpretes, ya admiradas en su debut con Sergio Sollima en Adagio, y se perfila como uno de los mejores actores de las jóvenes generaciones, rodeado por un grupo de jóvenes y veteranos, que incluye al mismo Zingaretti en el rol de padre comprensivo, pero esto no basta para hacer de La casa degli sguardi un filme que vaya más allá de sus escasas ambiciones.

Esto nos hace preguntar qué ha pasado con el cine italiano que tantas veces predominó en la producción mundial con directores, guionistas, iluminadores, compositores, escenógrafos y vestuaristas que marcaban tendencia en todo el mundo.

En la Fiesta del Cine de Roma se presentaron unos setenta títulos italianos (la caridad bien entendida empieza por casa, dicen), entre cortos y largometrajes, viejos y nuevos, documentales y ficción, telefilmes y series, producidos autóctonamente o en coproducciones minoritarias, pero salvando algunos grandes clásicos en versiones restauradas, como Mimì Metalúrgico ferito nell’onore de Lina Wertmüller, casi toda la producción presentada parece destinada a la impersonal programación televisiva y de los colosos de streaming.

Dicho esto, hay que reconocer que el concurso, bautizado pomposamente como Progressive Cinema (como si las demás secciones no lo fueran), no gozan de mejor salud, como lo demuestra Bring Them Down, debut en la dirección del guionista británico Christopher Andrews.

El filme es oscuro en su trama y en su representación, con una gran parte de las escenas rodadas de noche con la luz natural y una cierta ambigüedad en las relaciones entre los personajes.

Es además una rareza, ya que se trata de una producción irlandesa hablada en gaélico, ya de por sí un idioma enigmático, a ratos parecido y a menudo distante del inglés.

Cuenta la historia de un terrible secreto, el del protagonista Michael (buena actuación de Christopher Abbott), un pastor de ovejas que vive aislado con su padre anciano casi paralítico, complicado con una rivalidad ancestral con su vecino.

El todo tiene el aspecto de una venganza sarda, una Cavalleria Rusticana en salsa gaélica, que a ratos intriga y a ratos aburre donde lo mejor, además de la interpretación de Abbott, es volver a saludar al veterano Colm Meaney, como padre del protagonista, y confirmar que Barry Keoghan, que en cambio es su rival, es uno de los mejores.

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