Cine
Cataluña se rinde ante la maestría de Roca Rey y Albert Serra en su película 'Tardes de soledad'
El documental sobre la rutina de Roca Rey triunfa después de haber conseguido la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián
Han tenido que pasar 14 años para que los toros vuelvan a Cataluña. Claro que no lo han hecho sobre una plaza, sino en una sala de cine. El artífice del logro, el director Albert Serra, que ganó con su película Tardes de soledad la Concha de Oro en la 72º Edición del Festival de San Sebastián y ahora ha conseguido proyectarla con éxito en Gerona.
El cine Truffaut informó en redes sociales que, dentro del Festival Temporada Alta, se vivió «una gran noche de cine», con «lleno absoluto » en las «dos proyecciones» que se hicieron del filme. El reconocido cineasta banyolí no quiso perderse el encuentro y presentó el documental tras el que se celebró una mesa redonda y una ronda de preguntas junto a Guillem Terribas, librero y activista cultural catalán, Inma Merino, profesora de Historia y Teoría del Cine en la Universidad de Gerona, y Àngel Quintana, del colectivo de críticos de Cine de Gerona.
El documental que ensalza la tauromaquia nació de la mano de Jordi Balló, idrector del Máster de Documental de la Universidad Pompeu Fabra, que propuso a Serra rodar una película. Aunque este declinó la oferta por querer rodar ficción, terminó viendo el proyecto como la oportunidad de su carrera y se dispuso a crear lo que se convirtió en Tardes de soledad.
Esta obra monumental se rodó durante tres años en varias corridas importantes de las plazas más emblemáticas de España como Las Ventas en Madrid o La Maestranza de Sevilla. El hilo conductor de todo es el torero Roca Rey, a quien la cámara sigue como espectadora de su rutina diaria desde que se viste de luces hasta que se quita el traje.
Fue presentada en el Festival de Cine de San Sebastián, donde se alzó con la Concha de Oro por reflejar «el poder artístico que otorga al espectador para poder juzgar», «el poder del arte para generar movimiento» y «reflexionar sobre los límites de la creación artística, el miedo, la brutalidad, la tradición y la masculinidad». Antes de que fuese galardonada, el partido animalista Pacma pidió censurar la película documental porque, en su opinión, era de «sentido común y de humanidad» no «normalizar el maltrato animal».
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La magnitud de Serra ha cruzado también el charco presentándose hace una semana en el New York Film Festival, donde fue acogida con entusiasmo y elogios por la prensa especializada. En The Hollywood Reporter, por ejemplo, David Rooney califica Tardes de soledad como algo «hipnótico» y «angustioso» hasta conformar «un documental feroz». «Cualquiera con un umbral bajo para la crueldad hacia los animales encontrará que este documental es desgarrador, pero para aquellos con estómago para ello, el documental es un estudio único de disciplina, bravuconería, concentración y espectáculo».
Algo similar publicó Variety, una eminencia en el terreno cinematográfico, que reconoce que este «notable documental» muestra «la vida del matador en toda su absurda belleza y su obsceno derramamiento de sangre».
Después de triunfar en San Sebastián y Nueva York, además de en Montreal y Francia, Tardes de soledad tiene intención de conquistar en las próximas semanas la Viennale de la capital austriaca, el festival de documentales de Jilava (Rumanía), sin olvidarnos de Colonia, Florencia, Tokio, Montpellier y Los Ángeles. En el caso de España, la faena más épica de Serra se verá también en Sevilla y Gijón.