López-Linares desmonta la leyenda negra: «Debemos recuperar nuestra historia y desbrozar la maraña de mentiras»
Una estudiante de Historia y Periodismo en el CEU entrevista al cineasta, autor de varios documentales que recuperan la verdadera historia de España
Los estudiantes de humanidades y comunicación están continuamente expuestos a los bulos y a la manipulación informativa. En el caso de los de Historia, viven amenazados por la ‘Leyenda Negra’. Por eso, queremos presentarles a un defensor de la verdad, a un capitán de ejércitos de historiadores: José Luis López-Linares, director de ‘España: La Primera Globalización’ e ‘Hispanoamérica: Un canto de vida y esperanza’. Dos documentales sobre la relación entre España y América a lo largo de cinco siglos. Nos hemos desplazado hasta su búnker hispanista en Chamberí para entrevistarle. Un búnker contra la leyenda negra, con infinitas estanterías de libros y banderas con cruces de borgoña.
— Me gustaría saber la razón por la cual está haciendo estos documentales, porque usted no tiene una formación centrada en la historia. ¿Por qué surgió este interés?
— A mí también me gustaría saberlo. He tenido la suerte de siempre hacer cosas que me interesan, a pesar de no ser ningún experto en ellas. Lo que yo sé es hacer documentales: no soy historiador, pero tampoco soy enólogo, ni músico. Sin embargo, he hecho documentales sobre música, arte, vino e historia. Y realmente ‘España: La Primera Globalización’ surgió por una sensación de malestar, de enfado con las cosas que tenías que escuchar a tu alrededor: qué si España tenía que pedir perdón, cómo se cuenta la historia, cómo se la transmitían a mis hijos en el colegio…
— ¿Cuáles eran sus objetivos con estos documentales?
— Recuperar nuestra historia, y desbrozar todas esas marañas de mentiras que se ha ido creando en torno a la historia de España e Hispanoamérica, que se han dado en llamar leyenda negra.
— Hace poco tuvimos una situación muy tensa con México por estos temas. De hecho, la presidenta exigió al rey Felipe VI una disculpa por los actos cometidos hace más de 200 años durante la conquista de México. ¿Cómo cree usted que la leyenda negra ha llegado no solo tan lejos, sino a un grado de aceptación tan alto que se puedan hacer declaraciones públicas de este tipo?
— La verdad es que yo no creo que esté tan aceptado. Hemos estrenado la película en México hace menos de un mes, y entonces era justo cuando habían surgido esas declaraciones de la presidenta. Pero fíjate que en muchas entrevistas me preguntaban por eso, pero realmente no hay un conflicto entre México y España. Hay una forma de hacer política cortoplacista que se basa en el rencor y en la división, pero realmente entre México y España no ha pasado nada por muchas barbaridades que digan. O sea, que estamos por encima de eso, son cosas de la política, pero yo creo que la hispanidad está muy por encima de eso. Ya hemos resistido. La hispanidad es muy resistente, ha resistido a las independencias, a las leyendas negras, a los narcoestados, a las tonterías que dicen los presidentes… Con mi película trato de ponerme por encima de toda esa pequeña coyuntura malintencionada que lo único que hace es dividirnos.
— ¿Opina que los políticos hacen creer que la leyenda negra está mucho más aceptada de lo que está realmente?
— La leyenda negra es algo que nos meten en la educación constantemente tanto en América como en España. También en las películas de Hollywood, que es la que es la hegemonía del entretenimiento. En todas partes está presente, pero, por otro lado, hay gente que se está dando cuenta de que ya no, no aguantan más. Está pasando desde que tú viste por primera vez ‘La Primera Globalización’, en estos cinco últimos años han surgido un montón de libros, de youtubers, como Zunzunegui en México o los libros de Marcelo Gullo.… Pero han surgido igual aquí en España que en toda Hispanoamérica. Acabo de volver del Perú, porque acabamos de estrenar allí, y me han dado una condecoración en el Congreso de los Diputados del Perú. Fue muy emocionante ver cómo esto se está moviendo. En algunos sitios, como es el Perú, extrañamente se mueve a un nivel institucional y en otros sitios tenemos al gobierno en contra totalmente de lo que estamos haciendo. Pero en todos los sitios se están moviendo muchas cosas.
— ¿Cree que hace años estaba tan extendida esta conversación sobre la acción de España en América? ¿O ha sido cosa de los últimos años?
— Ha sido, sí, quizás en los últimos cinco o seis años. Algo importante, que llegó en un momento en el que tenía que llegar, seguramente fue el libro de Elvira Roca Barea ‘Imperiofobia y Leyenda Negra’, que es un ensayo sobre la leyenda negra que vendió 150.000 ejemplares en España. Quizás abrió un camino, por el que no quiero decir que antes no hubiera historiadores trabajando; pero fue un libro de divulgación que tuvo mucho éxito y que creo que marcó un antes y un después. Ahora vas a cualquier librería y ves una sección de libros sobre la historia de España que hace cinco años no existía.
— En España el documental ha tenido muy buena recepción. Ha sido el documental más visto de 2024, se mantuvo durante semanas en cines de toda la península... Entre sus espectadores estuvo Felipe VI. No obstante, también ha sido bastante polémico. ¿Alguna vez han tenido miedo a la polémica usted y su equipo?
— No, al revés. En realidad tampoco ha sido tan polémico. Evidentemente hubo un artículo insultante en el periódico El País que nos vino muy bien. Yo se lo agradecí porque fue justo a la semana de haber estrenado en cines y eso hizo que mucha gente se indignara con el artículo y fuera corriendo a ver la película. La verdad es que el artículo era un disparate, pero ojalá hubieran seguido publicando más cosas así. A mí me parece que la película no está hecha para crear polémica. La película es solo una invitación a conocernos mejor desde el punto de vista de la historia, de la verdad y de lo maravilloso que tenemos en común. Yo solo intento poner de manifiesto que somos una civilización distinta y, en mi opinión, mejor que las demás. ¿Hay gente que se enfada por eso? Pues no sé, es gente muy rara. No quieren que les digamos que compartimos muchas cosas y que somos estupendos. No sé, es gente que tiene problemas psicológicos, yo creo… (Se ríe)
— ¿Y en América no han tenido problemas?
— No, no, ninguno. Fíjate, en México he salido en seis cadenas de televisión, como la CNN en español. En España ninguna. Bueno, aquí ha ido mejor en cines y hemos hecho otro tipo de promoción, pero allí las televisiones me han llevado a hablar del tema. Las entrevistas siempre han sido a favor, con aprecio hacia lo que contamos, compartiendo la necesidad que tenemos todos los hispanos de reconciliarnos… En Perú, las respuestas han sido extraordinarias, mucho agradecimiento, comprensión… Para mí es muy importante, yo nunca había esperado que una película me llevara al congreso de los diputados del Perú. Están pasando cosas que no ocurren con las películas normalmente.
— Es una película muy especial. No es un documental cualquiera que encuentras un día en la televisión y olvidas. Tiene una base de fans que ha ido siguiendo ambos documentales con entusiasmo. Es diferente a los demás porque necesitamos argumentos para defender la hispanidad, es un tema vivo. Tan acérrimos son los seguidores del documental, que tengo entendido que ustedes para financiar la película hicieron una campaña de mecenazgo. ¿Cómo fue?
— Pues en realidad fue un poco por necesidad. No nos concedieron las ayudas del Ministerio de Cultura cuando presenté el proyecto de ‘La primera globalización’ Entonces se nos ocurrió hacer una campaña de mecenazgo. Fue un éxito, participaron 1.600 personas y pudimos conseguir la mitad del presupuesto. En la segunda fuimos directamente al mecenazgo. Ya tuvimos más de 4.000 mecenas y en la tercera estamos haciendo lo mismo. En su momento esas 1.600 personas hicieron suyo el proyecto y cuando estrenamos lo difundieron, fueron al estreno, llevaron a su familia y amigos… Es lo que yo trato de comunicar: desde 15 €, (que es lo mínimo que permitimos aportar) puedes hacer la película tuya, porque la película la hacemos entre muchos. Cuando empezamos a mover el proyecto en las redes, el ambiente ya estaba caldeado por libros como el de Elvira Roca. Pero fue extraordinario: Se apuntó gente que no nos conocía, que no tenía garantía de lo que iba a suceder. Simplemente arriesgaban su dinero por algo que creía que merecía la pena que se hiciera. Cuando empezamos no pensamos que íbamos a tener este éxito.
— Ha mencionado una tercera película… ¿También de Hispanoamérica?
— ¡Sí, la estamos grabando ya! Es una película centrada en Estados Unidos. Este país es el segundo del mundo con más habitantes hispanos, así que vamos a hablar sobre su relación con España, la situación allí de los hispanos… Además, en 2026 se cumplirán 250 años de la independencia estadounidense, en la que España jugó un papel fundamental.
— La segunda película ha sido patrocinada por el CEU. Es llamativo, porque apenas ha contado con apoyo económico universitario. También salen varios profesores de la Universidad CEU San Pablo. ¿Por qué están vinculados?
— Yo no tenía mucha vinculación antes, no estudié en el CEU. A raíz de la película de la ‘Primera Globalización’ hicimos varias presentaciones en el colegio mayor San Pablo y otras instituciones del CEU me la pidieron para ponerla y de ahí nace la relación. Entonces hicimos un acuerdo de colaboración y ha sido estupendo. En la película tenemos dos profesores: Alejandro Rodríguez de la Peña, que es genial; y Consuelo de Sicluna, que es la directora del Instituto de Estudios Americanos en el CEU, que también ha estado conmigo en congresos. Nos hemos dado cuenta de que tenemos objetivos comunes. Hay otra universidad que también nos ha apoyado, la UNIR, una universidad a distancia. Curiosamente, son dos universidades privadas: ninguna universidad pública ha colaborado en el proyecto.
— Por último, me gustaría pedirle que dé un mensaje a los alumnos del grado en Historia, a mis compañeros.
— Lo que te puedo decir es que la historia es apasionante, que la historia es fundamental para conocernos, que uno no puede actuar ni forjar el futuro sin conocer su pasado. Y que la idea de que el pasado ha sido terrible, que hemos sido unos genocidas y unos malvados y toda esa leyenda negra que se ha impuesto sobre nosotros… es porque nuestra historia la ha escrito el enemigo. Tenemos que recuperarla. Y sobre todo, que al historiador no le basta con que haga un libro, publique unos papers o cualquier cosa, sino que la historia tiene que llegar a todo el país, a toda la nación. La nación necesita conocer su historia.